Jaeger-LeCoultre no se rige por tendencias, sino por la tradición, la excelencia y una fuerte conexión a las raíces para poder innovar siempre con una mirada hacia el futuro. En una exclusiva entrevista con Life and Style, Jérôme Lambert, CEO de la casa relojera, comparte su visión sobre el desarrollo de la Maison, la herencia, su entendimiento con las nuevas generaciones y su fuerte conexión con los coleccionistas.
“No buscamos captar consumidores. Buscamos escucharlos”: CEO de Jaeger-LeCoultre
¿CUÁL ES SU VISIÓN A LARGO PLAZO PARA JAEGER-LECOULTRE AHORA QUE RETOMÓ SU PAPEL COMO CEO?
En un ecosistema relojero que constantemente evoluciona, nuestra visión estratégica se basa en tres pilares fundamentales: el producto, la invención y el espíritu de una manufactura integrada –inspirada por Antoine LeCoultre, nuestro fundador–. Estas tres dimensiones guían cada una de nuestras decisiones y dan forma a cómo imaginamos el futuro, en una continuidad fiel de nuestra herencia.
Primero que nada, el producto encarna nuestro compromiso con la excelencia y la transmisión del savoir-faire. En J aeger-LeCoultre estamos convencidos que cualquiera que sea la empresa creativa, la verdadera maestría se forja con paciencia, disciplina y dedicación. La excelencia únicamente se puede alcanzar transformando el talento en una habilidad, día tras día. Nuestras colecciones nacen de este rigor y pasión, alimentadas de la precisión del gesto y el expertise técnico de nuestros artesanos. Ellos permanecen como un reflejo viviente de la cultura de excelencia que ha definido nuestra manufactura por casi dos siglos.
Nuestros relojes nunca son estandarizados, llevan la huella de un gesto, una elección, un detalle. Están hechos para perdurar, pero también para contar una historia personal.
A esto se suma la invención, un pilar fundamental de la Maison. Desde su origen, La Grande Maison ha sido conducida por una misión de empujar los límites de la mecánica relojera. Antoine LeCoultre, ingeniero, inventor y visionario, fue artífice de numerosos avances técnicos. Creó instrumentos de una precisión extraordinaria, incluido el Millionometer –el primer artefacto capaz de medir la micra–, allanando el camino en la búsqueda de innovación perpetua. Actualmente, ese mismo espíritu continúa inspirando a nuestros equipos de diseños, prototipado e investigación. Cada día, nuestros ingenieros, diseñadores y relojeros intercambian ideas, experimentan y afrontan juntos los retos de la relojería del mañana.
Finalmente, el espíritu de la manufactura –y del propio Antoine LeCoultre– permanecen en el corazón de nuestra identidad. Por más de 190 años, todos los oficios se han unido bajo un mismo techo en el Vallée de Joux, una decisión visionaria tomada por Antoine LeCoultre, quien creía que la creación y la excelencia nacían de la proximidad y la colaboración. Esta estructura única aloja un diálogo constante entre los distintos oficios: desde el diseño hasta el acabado, cada oficio trabaja en armonía, nutriendo a una singular forma de inteligencia colectiva. Este espíritu pionero y colaborativo, único en nuestra manufactura, no solo nos permite preservar nuestro Métiers Rares, también impulsar nuevas ideas y un nuevo savoir-faire.
¿QUÉ TENDENCIAS ACTUALES DE LA INDUSTRIA RELOJERA CONSIDERA MÁS RELEVANTES Y CÓMO PLANEA INCORPORARLAS EN LA ESTRATEGIA DE LA MARCA?
Desde la perspectiva del cliente, crece el deseo de profundizar el sentido de pertenencia y de experiencias más inmersivas. Los coleccionistas desean cada vez más entender las complejidades que hay detrás de cada creación –sentirse parte del círculo más cercano de la Maison a través de encuentros exclusivos y acceso a información privilegiada–. Los coleccionistas y clientes se han hecho más exigentes, centrando su atención en el valor intrínseco de un reloj: la artesanía, la innovación técnica y la herencia auténtica.
Desde el punto de vista del producto, estamos presenciando un retorno a los relojes clásicos, una tendencia que conecta profundamente con la herencia y estética de Jaeger-LeCoultre. Tenemos la fortuna de que esta renovada apreciación por la elegancia atemporal se alinee perfectamente con nuestra identidad. Finalmente, en lo que respecta a la herencia, observamos un mayor énfasis en el aprendizaje y la transmisión del saber hacer. A través de nuestro Atelier Métiers Rares –y diversos talleres como el Atelier d’Antoine–, seguimos compartiendo y perpetuando las técnicas que definen el espíritu de La Grande Maison.
En definitiva, no nos dejamos llevar por modas pasajeras ni por la especulación. En cambio, seguimos ofreciendo a coleccionistas y aficionados relojes diseñados para ser llevados, atesorados y transmitidos de generación en generación.
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EN TÉRMINOS DE DISEÑO E INNOVACIÓN, ¿QUIÉNES SON LOS CLIENTES QUE LIDERAN LOS ESFUERZOS DE LA MARCA?
De cierta manera, nosotros no respondemos a clientes que solicitan innovación, sino que la creamos. Nuestros clientes no son meros observadores; sus reacciones, curiosidad y aprecio nos ayudan a guiar y validar nuestras decisiones creativas más audaces, como se pudo apreciar con el Reverso Tribute Monoface Small Seconds «Or Deco», que captó una atención excepcional tras su lanzamiento.
Esta pieza encajaba a la perfección: la malla milanesa, nacida en la década de 1930, comparte con Reverso no solo una época, sino también un espíritu similar: uno de elegancia gráfica, pureza y sofisticación discreta. Sin embargo, esta combinación era inédita. Estaba ahí, ante nuestros ojos, como una obviedad olvidada. Simplemente teníamos que atrevernos, y no esperábamos tal impacto ni anticipábamos tal resonancia entre nuestros clientes.
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El resultado habla por sí solo: una pieza elegante y atemporal, profundamente arraigada en nuestra historia, que a la vez ofrece algo decididamente nuevo y contemporáneo. Es precisamente este tipo de asociación —fiel a nuestra herencia pero impulsada por una libertad creativa firme— la que refleja nuestra visión: reinventarnos recurriendo a nuestros códigos, nuestra historia y nuestro dominio técnico.
¿CUÁL ES SU ENFOQUE PARA DIGITALIZAR LA EXPERIENCIA DEL CLIENTE Y LA PRESENCIA EN LÍNEA DE JAEGER-LECOULTRE?
Una de las grandes paradojas de nuestro tiempo es que vivimos en un mundo cada vez más digital, pero las tendencias de los consumidores se inclinan hacia una profunda necesidad de tangibilidad. Un reloj mecánico es un ancla emocional: un objeto que conecta con algo real y perdurable, con una historia, un gesto y una artesanía.
Con nuestros Talleres de Descubrimiento en el Atelier d’Antoine, compartimos nuestro saber hacer con un público más amplio, especialmente con las generaciones más jóvenes. Estos talleres siguen viajando por todo el mundo, participando en nuestros eventos y celebrándose en algunas de nuestras boutiques insignia. Combinando teoría y práctica, permiten a los participantes aprender, experimentar y maravillarse con el arte de la relojería.
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También hemos enriquecido nuestro universo a través del programa Made of Makes, que invita a artistas contemporáneos a entablar un diálogo creativo con nuestra Maison, abarcando la música, la gastronomía y las artes visuales. Al abrir la relojería a otras formas de expresión y experiencia, ampliamos naturalmente nuestro público. En cuanto a la comunicación, mantenemos una presencia activa en redes sociales, utilizando formatos y contenido que conectan de forma auténtica con la nueva generación, sin perder nunca nuestra esencia y estilo.
Nuestra página web se está consolidando como plataforma de venta online, creando un vínculo real entre nosotros y nuestros clientes: facilitando el mantenimiento, la personalización, la garantía y la atención al cliente.
¿QUÉ ES LO QUE VEN EN MÉXICO?
México representa un mercado particularmente dinámico y prometedor. Estamos orgullosos de tener una importante presencia en México a través de nuestros socios clave.
El país es hogar de una comunidad de coleccionistas expertos que aprecian nuestros grandes calibres y nuestra artesanía excepcional detrás de creaciones como el Atmos. El entusiasmo que vemos ahí refleja la profunda apreciación cultural por el arte y el diseño, valores que resuenan profundamente con nuestro ADN.
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MUCHAS MARCAS DE LUJO ENFRENTAN DESAFÍOS IMPORTANTES EN EL CONTEXTO ACTUAL. ¿CÓMO PLANEAN FORTALECER LA PERCEPCIÓN Y EL VALOR DE LA MARCA JAEGER-LECOULTRE ENTRE LOS CONSUMIDORES DE LUJO?
Actualmente, los consumidores del lujo buscan significado, emoción y autenticidad, ya que desean entender, sentir y experimentar. Eso es exactamente lo que nos esforzamos por ofrecerles. Esta filosofía se refleja no solo en nuestras colecciones, también en la manera en que construimos relaciones.
Nuestros embajadores encarnan perfectamente esta visión. Tienen una pasión genuina por la relojería y la comparten con sinceridad. Es esta autenticidad la que crea una verdadera conexión emocional. También creemos profundamente en la personalización, algo que esta generación valora más que nunca. Nuestros relojes nunca son estandarizados, llevan la huella de un gesto, una elección, un detalle. Están hechos para perdurar, pero también para contar una historia personal.
En definitiva, no buscamos “captar” a los consumidores de lujo. Buscamos escucharlos, hablarles con sinceridad y compartir con ellos nuestra pasión: la pasión por la relojería y la artesanía.
¿JAEGER-LECOULTRE ESTÁ CONSIDERANDO NUEVAS COLABORACIONES O ALIANZAS PARA EXPANDIR SU INFLUENCIA?
Por supuesto, siempre estamos mirando hacia adelante. Observamos el presente para construir el futuro, inspirándonos en el arte y el paso del tiempo. Nuestro programa made of Makers ilustra perfectamente cómo la relojería coexiste con otras formas de expresión artística, un diálogo continúo que alimenta nuestra creatividad.
A cada una de nuestras colaboraciones la abordamos con esmero y dedicación, guiados por la intuición y la alineación con nuestro ADN.
¿CREE EN EL PAPEL DE LOS EMBAJADORES?
Nuestros embajadores son talentos cuyos valores resuenan profundamente con los de Jaeger-LeCoultre.
Lenny Kravitz, Zhang Ziyi, Jackson Yee y Kim Woo-Bin encarnan el espíritu de nuestra Maison: autenticidad, pasión y herencia artística. No siguen las tendencias; construyen legados.
Cada colaboración se basa en un diálogo genuino, una admiración mutua y una visión compartida de la creación. Lenny Kravitz, por ejemplo, tiene una conexión personal profunda con la relojería, lo que enriquece y profundiza aún más nuestra colaboración.
Nuestros embajadores cuentan una historia –la propia, pero también la nuestra- a través de la forma que visten, viven y transmiten el arte de la relojería.
¿QUÉ LEGADO PERSONAL ESPERA DEJAR AL FRENTE DE JAEGER-LECOULTRE DURANTE SU MANDATO ACTUAL?
Si hay un legado que espero dejar es el de seguir elevando lo que me gusta llamar “nuestro coeficiente relojero”: el balance único entre la maestría técnica, la expresión artística y la audacia creativa que define a Jaeger-LeCoultre.
Nuestra fortaleza siempre ha sido nuestra capacidad de inventar, de sorprender y de permanecer profundamente fieles al espíritu de nuestra manufactura. Quiero continuar nutriendo esta cultura de la creatividad relojera: donde ingenieros, diseñadores y artesanos trabajan codo a codo para superar los límites, mientras permanecen fieles a los valores de precisión, elegancia y autenticidad que nos han guiado por casi dos siglos.