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Enrique Bunbury explica por qué ya distingue ‘lo complicado de lo simple’

El cantante español regresa con 'Posible', un disco líricamente introspectivo con fuertes influencias electrónicas. 'Antes podía soñar libremente; ahora no sé hasta qué punto puedo', confiesa.
vie 29 mayo 2020 08:46 AM
Warner Music

Enrique Bunbury habla de forma simple de los temas complicados de la vida. Sorprende la claridad y la elocuencia del discurso del rockero español, quien hoy lanza Posible, su nuevo álbum de estudio de fuertes influencias electrónicas, que líricamente es una travesía existencial llena de metáforas, como siempre.

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Su voz al teléfono, desde Los Ángeles, Calfornia, suena fuerte, y las palabras que elige para responder exactamente lo que le pregunto, forman oraciones estructuradas, sólidas; algo que no es común. De esto sólo me doy cuenta cuando transcribo la entrevista y noto que casi no hay paja que editar.

A sus 52 años, el intérprete de los “Los términos de mi rendición” —su tema favorito con el que cierra el álbum— sabe ver hacia su interior y reflexionar sobre el hombre que es ahora, pero, también, aquel que pudo haber sido. “En cada uno de nosotros habitan infinidad de posibilidades”, afirma en entrevista a Life and Style.

En este nuevo álbum, Bunbury se hace preguntas y se responde sobre lo que significa la renuncia, el pasado, la industria musical, el deseo… Es decir, explora los temas eternos. Cuando lo explica, suena a que lo hace sin pretensión, como alguien con una necesidad honesta de entenderse a sí mismo, y no con el objetivo de vender música. “Pienso que los discos para mí han sido sesiones de terapia y me he ahorrado muchísimo dinero gracias a mis canciones”.

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Enrique Bunbury Posibilidad
Posibilidad, conformado por 10 canciones, es un disco con letras introspectivas e influencias musicales electrónicas.

Tu sello es emplear muchas metáforas en tus canciones para hablar sobre tu vida. Dime de forma simple hacia dónde apuntas como ser humano. ¿Qué buscas?

Bueno… la verdad es que las ambiciones y los sueños que pueda tener han sido paralizados por el virus, por esta situación y por el manejo de la situación; porque, evidentemente, nos enfrentamos a un mundo complejo en el que se están poniendo encima de la mesa cuestiones muy importantes y duales, como los dilemas entre seguridad y libertad, el poder absoluto o el debate abierto, la censura y la libertad de expresión. Todo esto está rondando ahora mismo por la pandemia, además de los temas cotidianos como el hambre y la violencia. Éstas son situaciones que frenan todo lo que tú hayas imaginado respecto a tu vida. Antes podía soñar libremente, ahora no sé hasta qué punto puedo. Todas nuestras libertades están paralizadas ahora mismo.

¿Cómo encaja temáticamente tu álbum en esta nueva normalidad?

En el fondo, todas las obras artísticas que nacen en un contexto extremo, como éste que estamos viviendo ahora mismo, adquieren una lectura totalmente diferente. He visto varias veces Eraserhead, de David Lynch, y es una película que cada vez me dice una cosa totalmente diferente. Pero la vi por última vez hace tres días y, por lo que estoy viviendo, sentí que por fin había entendido toda la película de forma clarísima y evidente. Puede ser que haya pasado así por este encierro extremo que estamos viviendo. Me metí a internet a buscar interpretaciones de la película y nadie coincide con la mía. Lo mismo pasa con la música.

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¿Cuál es el valor de la música en este momento?

El arte no se ha dejado de hacer en ningún momento dramático de la historia. Durante las guerras mundiales se siguió componiendo música, escribiendo libros y filmando películas. Me imagino que en este contexto, que no es una guerra mundial pero desde luego que es un momento extremo de la humanidad, el arte va a seguirse produciendo. Es necesario porque necesitamos a los artistas para que interpreten, reinterpreten y expliquen desde lugares alternos lo que estamos viviendo. Va a ser muy interesante conocer todas esas canciones, películas y libros que se harán a partir de ahora. Como oyente, a mí la música me acompaña a diario y me salva siempre.

En “Los términos de mi rendición” exploras la renuncia. Háblame de todo aquello a lo que has renunciado y cómo te ha definido.

Todos hacemos elecciones a diario de forma consciente e inconsciente, y éstas desvían tu camino en una ruta imprevista o a lo que puede ser el curso hacia tu destino fatal. Así que la renuncia es constante. Hablar de renuncia y decisiones es exactamente lo mismo. Al final, son palabras que sirven para lo mismo: una parece más positiva, pero al decir sí a algo, estás diciendo no a todo lo demás.

Enrique Bunbury Posibilidad
Enrique Bunbury, nacido hace 52 años en Zaragoza, España, vive en Los Ángeles, California.

En “Deseos de usar y tirar” cantas que Nick Cave te dijo que “un hombre no es su pasado”. ¿Qué define a un hombre?

Creo que lo importante en esa frase es que un hombre no tiene por qué ser su pasado. Un hombre no tiene por qué vivir con esa carga, con esa mochila. Te puedes liberar y darle un giro a tu vida. En cada uno de nosotros habitan infinidad de posibilidades. A mí me gusta fantasear sobre quién podría haber sido si hubiera elegido otra carrera o si me hubiera dedicado al stand up comedy o si no hubiera tenido hijos o si hubiera vivido algún otro país.

Un hombre no tiene por qué ser su pasado. Un hombre no tiene por qué vivir con esa carga, con esa mochila. Te puedes liberar y darle un giro a tu vida.

Expectativas (2017) era tu visión del mundo, en cambio Posible es muy introspectivo. ¿Por qué?

Sí, miro más para adentro en este disco. Toco más fibras interiores como el ser humano que soy y que quiero ser. Preguntas que son válidas hoy igual que ayer, pero que en momentos en los que tienes mayor tiempo para la reflexión, puedes llegar a mayor profundidad.

¿Es Posible tu disco más electrónico?

Creo que el disco tiene matices que pueden llevarte a esa apreciación. Efectivamente, tiene más sintetizadores que mis discos anteriores y los sonidos de las baterías y los bajos están tratados, manipulados, pero el disco yo no lo considero de música electrónica. Creo que es un disco de autor en el que sí que he utilizado técnicas y arreglos que tienen más que ver con la música electrónica que con el country, por poner un ejemplo. En 1997 hice Radical Sonora, que también tenía bastante electrónica, creo que incluso más que éste. Pero sí, lo acepto, me parece que tu apreciación tiene un sentido y una base, y no me voy a negar a ella.

¿Cómo evolucionar musicalmente sin perder la esencia como artista?

Supongo que la intuición ahí es fundamental. Hay lugares en los que te sientes cómodo y consideras que no pierdes tu naturaleza por adentrarte en otros géneros. Hay estilos con los que sé que no tengo nada que ver y que mi voz contrastaría mucho con ese contexto.

A tus 52 años, ¿ya sabes distinguir lo complicado de lo simple?

Aaah… bueno… pues… se supone que conforme se avanza en la vida, uno va aligerando el peso. Yo pienso que los discos para mí han sido sesiones de terapia y que me he ahorrado muchísimo dinero gracias a mis canciones. Así que también pienso que traumas y problemas que he ido teniendo a lo largo de mi vida, los he ido limando y resolviendo con pluma y guitarra. Y sí, creo que una de las lecciones que te da el tiempo es que sabes encausar la energía, ponerla donde realmente importa. Es como el Kung-fu: poner la energía en el punto donde realmente quieres dar el golpe.

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