Luis Miguel se convirtió esta mañana en trending topic por figurar en un anuncio de Uber Eats. En los 20 segundos del comercial, el cantante aparece vestido elegantemente, como listo para salir a una cena de etiqueta y presume:
“Esta noche voy a cenar fetuccini con salsa de trufas blancas y queso parmesano”. Suena el timbre de la casa y sobre su piano alguien posa una bolsa de Uber Eats. Él dice sonriendo a la cámara: “Mi incondicional amigo”.
No, nadie imaginó al Sol promocionando comida de entrega a domicilio, pero son tiempos de pandemia y, ja, esto viene a confirmar que ya todo es posible.
“'Esta noche, voy a cenar' es la propuesta de Uber Eats para hablar de una forma más divertida con los usuarios, de acercarnos a ellos y mostrarles que tenemos opciones para todos los gustos, presupuestos y momentos del día”, explica a través de un comunicado Nicolás Mamboury, Director de Mercadotecnia de Uber Eats en México. “Cuando alguien se pregunte qué comer, Uber Eats tendrá alguna opción a un clic de distancia”.
Desde 2008, Brad Pitt ha sido la imagen en Japón y otros territorios de varias campañas de la marca de jeans Edwin. En la de 2015, el actor se embolsó dinero fácil al bailar acostado en un sillón, o como sea que se llame eso que Pitt hizo al ritmo de la música.
Este actor ya tiene fama de excéntrico. Gastó millones en castillos, islas y hasta en el esqueleto de un dinosaurio, que lo llevaron a estar en aprietos económicos. Quizá esto podría explicar la razón por la que protagonizó una serie de comerciales bastante extraños para la marca japonesa de tecnología Sankyo, enfocados a promocionar Pachinko, un juego virtual de pinball. Si tu día no va bien, prepárate para sonreír con incredulidad al ver a Cage tocar el piano y cantar con un aire psicótico o hasta mostrarse lascivo y gritar “feveeeer” al ver a unas trillizas rubias. Una joya de la rareza, estos comerciales.
Es tan raro como divertido ver al héroe de tu infancia, ese que luchó en una revolución galáctica o se aventuró en la selva y el desierto en búsqueda del Santo Grial, anhelar una cerveza en un sauna japonés. Ford protagonizó en los 90 una serie de comerciales nipones de Kirin Beer. Salud.
DiCaprio figura desde hace años en la lista de los actores mejor pagados de la industria del cine del mundo. Según The Hollywood Reporter gana 20 millones de dólares por película. En el cine, estamos acostumbrados a verlo acercarse a la barra y beber sofisticados cocteles. Entonces, ¿cuánto le habrá pagado la marca Jim Bean para que la hiciera de bartender en un anuncio de 15 segundos para el mercado japonés?
Prepárate para 10 minutos de imágenes kitsch de Arnold que son la prueba de que en los 90 ordeñó los bolsillos de varias marcas hambrientas de yenes japoneses. Para qué explicarles esta serie de comerciales, uno más bizarro que el otro. Disfruten. De nada.
