L&S: ¿De qué manera ha evolucionado el sexting?
DM: La evolución del sexting está muy ligada a la aparición de los smartphones y a la manera en que la gente ha estado creando comunidades virtuales. A partir de ahí, hemos cambiado nuestra forma de comunicación con los otros y el sexo también se ha visto obligado a evolucionar de esa manera. Hemos ido generando reglas por ensayo y error. Han ido apareciendo conceptos como la venganza pornográfica, que es la exposición de las nudes de otras personas sin su consentimiento. El propósito de esta última es exhibir a la otra persona en una de sus condiciones más vulnerables –específicamente, la desnudez– con la intención de provocar angustia, vergüenza y dolor. Poco a poco han ido surgiendo estrategias de cuidado respecto a compartir este tipo de material. Incluso ha surgido la policía cibernética.
L&S: ¿Qué precauciones se pueden tomar para minimizar la posibilidad de este tipo de exposiciones?
DM: Una organización llamada Coding Rights publicó un manual titulado Safer Nudes en el cual comparten herramientas básicas para reducir la posibilidad de que este material sea compartido. Entrarle al juego del sexting con otra persona implica un ejercicio del consenso que genera espacios de intimidad y confianza. Hay que elegir el mejor momento y el mejor entorno.
Yo creo que para iniciar este tipo de intercambio hay que preguntarle a la otra persona si lo podemos hacer. Para algunas personas eso puede quitar la espontaneidad y habrá detractores de esta idea, pero yo creo que sí es importante preguntar. Algunas recomendaciones para mantener el anonimato son:
1. Trata de no mostrar la cara, tatuajes, cicatrices o marcas de nacimiento que permitan identificarte. Algunas aplicaciones como ObscuraCam permiten pixelar zonas de tu cuerpo y detalles del espacio que quieras ocultar.
2. También debes tener en cuenta los metadatos de la imagen, mismos que pueden revelar detalles como la hora, la localización y los datos del equipo con que se crearon. Photo Exif Editor es una app que permite editarlos.
3. Elige canales seguros para compartir este tipo de material. Lo ideal es emplear plataformas que ofrezcan cifrado de principio a fin, bloqueo de screenshots y autodestrucción de los mensajes en los dispositivos y los servidores. WhatsApp y Facebook Messenger son las peores alternativas, mientras que Instagram y Snapchat son mejores opciones.
4. Es aconsejable borrar las fotos de tu equipo inmediatamente después de mandarlas o guardarlas en una carpeta cifrada de la que solo tú tengas la contraseña.