Siéntate en una posición cómoda, respira lento y profundo: inhala en 3, 2, 1; exhala en 1, 2, 3. Vacía tu mente… y ahí nos quedamos, porque ¿vaciar la mente? ¿Es posible “dejarla en blanco”? ¿Cómo dejar de pensar en el perro que ladró afuera, el sonido del refrigerador a lo lejos, la comezón que tengo en la punta del pie? Sí, eso de meditar se dice más fácil de lo que realmente es.
El arte de la meditación: sus beneficios según la ciencia y cómo iniciar

En un mundo cuya dinámica exige dividir nuestra atención en distintos temas al mismo tiempo, iniciar en el arte de la meditación se antoja complejo. Sin embargo, comprometerse a aprender a meditar tiene beneficios palpables en distintos aspectos de la vida: desde mejor concentración en el trabajo, un manejo del estrés más asertivo y mejora en la calidad del sueño, hasta una mejor presión arterial e incluso un control de peso más saludable.
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Qué dice la ciencia sobre los beneficios de la meditación
Los ejemplos anteriores son un botón de muestra. Científicos de todo el mundo se han dedicado a analizar los efectos de la meditación tanto a nivel cerebral, física y psicológica y no es exagerado decir que solo se han hallado beneficios para la calidad de vida de las personas.
Muchos estudios son preliminares y aún falta ponerlos a prueba en poblaciones a gran escala, sin embargo ya se ha encontrado que tan solo en ocho semanas de meditación de 15 minutos diarios hay una alteración de cómo operan los genes.
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Científicos de Harvard publicaron en 2018 que en un periodo de dos meses (ocho semanas) hubo un impacto en la expresión de 172 genes de los participantes relacionados con la regulación de la inflamación, el ritmo circadiano e incluso la glucosa; además, se ha relacionado con un decrecimiento importante de la presión arterial. Sí, meditar promueve cambios incluso a nivel genético.
Por su parte, la salud mental también se ve beneficiada. Por ejemplo, un análisis del Centro Estadounidense de Salud Complementaria e Integral de 142 grupos con más de 12,000 participantes diagnosticados con desórdenes psiquiátricos como ansiedad o depresión que fueron divididos entre quienes solo meditaban, quienes no tenían ningún tratamiento y quienes llevaban seguimiento de terapia cognitivo conductual y antidepresivos, encontró que tratar esos padecimientos con un acercamiento de mindfulness fue mucho mejor que no llevar tratamiento y función tan bien como una terapia psicológica y psiquiátrica.
Incluso se ha encontrado que el proceso interno del cerebro se ve afectado positivamente en personas diagnosticadas con depresión que aprendieron a meditar, según otro estudio de Harvard en el que los científicos utilizaron resonancias magnéticas para monitorear la actividad cerebral de los participantes.
Estos son solo algunos ejemplos de lo que la meditación hace por ti. Sin embargo, actualmente científicos de distintas instituciones siguen haciendo pruebas para entender mejor los efectos que esta práctica tiene en la vida de las personas y cómo mejora a nivel físico, emocional y mental.
¿Cómo aprender a meditar por primera vez? Una experta comparte estos consejos
Hay infinidad de maneras de comenzar a meditar, pero puede comenzarse con tres minutos al día. Sí, en verdad, tres minutos pueden ayudar a hacer una diferencia en tu día a día.
Ornella Firenze , maestra de Kundalini Yoga, explica que en los últimos años se ha formado una “burbuja” alrededor del yoga y la meditación, sin embargo basta iniciar con tres minutos de ejercicios de respiración, “hay que romper con la idea de que si no dura cierto tiempo, entonces no va a funcionar. En realidad, la constancia es tu mejor aliada y darte el permiso de explorar, que no tiene que ser perfecto”.
El Kundalini Yoga también es conocido como el yoga de la conciencia, pues busca despertar la energía ubicada en la base de la columna, que se considera vital para el bienestar integral. Como otros tipos de yoga, utiliza asanas -o posturas-, pero se guía mucho por la respiración y mezcla mantras y mudras -la postura de las manos para dirigir la energía-.
“Una de las cosas más lindas que tiene la práctica del yoga y la meditación es la capacidad de enseñarnos a observar la mente, hacer que la mente llegue a un estado neutral en donde no estás ni en negativo ni positivo, sino observas ambas y desde ese lugar puedes decidir. Esa cualidad me parece muy valiosa en un mundo donde tenemos tantos estímulos”, dice la experta.
Es un regalo que te das porque observas de una forma distinta y te conectas con tu intuición, la sabiduría de tu cuerpo.
Ornella, quien ofrece tanto clases personalizadas, como talleres y retiros, explica que pensar en “dejar la mente completamente en blanco” es muy complicado, sobre todo en el mundo en el que vivimos y que, al contrario, no buscar ese objetivo puede ser una motivación “a querer observar tu mente, qué es lo que está sucediendo, darte el espacio de conocer y observar con curiosidad lo que tu misma mente te quiere decir y aprender a cómo dialogar contigo mismo”.
En sus palabras: bajarle dos rayitas a la autoexigencia y aprender a ser más compasivos con nosotros mismos y tener un espacio de auto observación.
Para empezar a meditar, lo primero que debes hacer es cambiar la perspectiva un poquito: no es que vayas a “abandonar” todo lo de tu día a día por un periodo largo, sino que te vas a regalar tres minutos (sí, solo tres en un inicio) para ti.
Así que para la música, aparta la computadora, pon un cronómetro y cierra tus ojos para comenzar a respirar profunda y lentamente para regalarte un momento personal porque ¿qué son tres minutos?