Repasamos la lista de deportistas profesionales que, además de emocionar a las gradas con su talento en las canchas, también suelen hacerlo con un micrófono encendido.
Desde jugadores de la NBA, hasta futbolistas que se desempeñan en las mejores ligas europeas, varios deportistas profesionales de la actualidad no se conforman con la fama e ingresos que sus disciplinas les garantizan, sino que deciden emprender y, además, seguir otra de sus pasiones: la música.
El género rap, muy presente en las nuevas generaciones, se abre paso de distintas maneras: múltiples temas virales en plataformas sociales; canciones principales en distintas series y películas; festivales especializados por todo el mundo; artistas que ocupan los primeros lugares de las prestigiosas listas de ventas y popularidad, además de cientos de eventos de freestyle en distintos idiomas... Y claro, no podemos dejar de lado al más reciente show de medio tiempo del Super Bowl (LVI), que contó con la participación de íconos del rap como Dr. Dre, Snoop Dogg, 50Cent y Eminem.
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Desde otros frentes, este género ha ganado terreno, por ejemplo, desde la clara presencia que tiene dentro del K-Pop, el fenómeno de la industria musical que sigue generando adeptos desde Cora del Sur.
Shaquille O'Neal threatened to "Will Smith" Charles Barkley in a funny freestyle rap on Wednesday. https://t.co/i6FXOIzDGq
Entre este listado destacan varios futbolistas, incluso mundialistas o militantes de los mejores equipos del mundo, cuya carrera musical también suma algunos “goles”. En primer lugar, podemos hablar de Memphis Depay.
El delantero neerlandés, actual jugador del FC Barcelona, ha llevado esa actitud atrevida y ágil que muestra en las canchas, a su segunda pasión, la música. Tiene su propia página de Spotify y No Love, su canción más popular, suma más de 29 millones de reproducciones (sumando los plays en Spotify y YouTube).
En una reciente entrevista, Depay aseguró que uno de sus sueños como rapero es colaborar con el canadiense más popular de la escena rap, Drake.
A Jesé Rodríguez Ruiz lo conocimos como un prospecto del Real Madrid, y simplemente le llamábamos “Jesé”. Jugó ahí del 2013 al 2016, pero nunca pudo hacerse de un lugar fijo.
Actualmente, el español es delantero de Las Palmas, en la segunda categoría del balompié ibérico. Aunque su paso por el club merengue -donde se formó- no termino por impulsarlo en el profesionalismo, sí lo hizo crecer como figura pública, lo cual le otorgó una gran audiencia que, poco a poco, se fue convirtiendo en su target musical.
Jesé, cuando tiene un micrófono en la mano, se llama Jay M y, entre los géneros que experimenta, el reggaetón destaca. Este género le ha permitido grabar junto a estrellas que pertenecen a la cúspide del movimiento denominado “urbano”.
Otro futbolista que gusta de rimar sobre pistas con bajos agresivos y bombos pesados, es el ex delantero de Jaguares de Chiapas, Jackson Martínez.
El colombiano vio su carrera despegar en Chiapas, donde jugó del 2009 al 2012. En su primer equipo en Europa, el Porto portugués, fue donde comenzó a tener problemas con lesiones, las cuales no lo dejaron trascender.
Se retiró en el 2020, con solo 33 años de edad y, justo unos meses antes de su adiós definitivo de las canchas profesionales, comenzó a lanzar sencillos en su canal de YouTube.
La diferencia entre la música de Martínez y los demás futbolistas que hemos mencionado hasta el momento, es que Jackson hace rap cristiano exclusivamente. Enfoca sus letras en la religión que practica y no le da cabida a ningún otro tema.
Rimas y canastas
Uno de los basquetbolistas más populares de la historia, Shaquille O’Neil, también ha probado suerte como MC.
El Shaq lanzó su último disco de estudio como rapper en 2011, titulado Shaq Uncut My Story. El rap, así como el baloncesto, otorgó grandes resultados a O’Neal, sobre todo durante la época de los 90.
Como MC, O’Neal cuenta con seis discos de estudio. Su más reciente sencillo lo lanzó en junio del 2022, aunque ya no se trata de un rap. Como DJ, Shaq también ha incursionado en la música, bajo el seudónimo de DJ Diesel, y Dawn Of The Dead, es su más reciente lanzamiento.
Otro destacado jugador de las mejores duelas de Estados Unidos, Damian Lillard, también ha incursionado con éxito en el mundo de los flows y las instrumentales.
Bajo el sobrenombre de Dame D.O.L.L.A, Lillard suma varios éxitos musicales, por lo menos dentro de la escena Hip-Hop.
Una de las canciones más populares de su repertorio, junto a Snoop Dogg y Derrick Milano, se llama Kobe, un homenaje a la leyenda de los Lakers, Kobe Bryant, mismo que formó parte del videojuego NBA 2K.
Pero no solo en el futbol o el basquetbol surgen deportistas con inquietudes y pasión musical... También de la pista de tartán emerge talento con rimas y delivery en punto.
El ejemplo perfecto es Will Claye, atleta estadounidense especializado en salto de longitud y triple salto, quien es triple medallista olímpico (plata y bronce en Londres 2012. Plata en Río 2016) y quien, a pesar de participar por tercera ocasión en una justa olímpica durante Tokyo 2020, no logró colarse al podio de salto triple, quedando en cuarta posición.
Claye, desde hace algunos años, también inició una carrera entre ritmos de rap y trap. Desde que tenía 29 años, el originario de Tucson, Arizona, fundó su propio sello musical bajo el nombre de Desert Water Records.
Hace bastante tiempo que la música “dejó de ser un hobby” para Claye. Entre sus canciones más populares destacan Idgaf, un sencillo lanzado en 2016 junto a YG, con un ritmo de trap difícil de no seguir con el cuello.
Otros ejemplos de deportistas (o exdeportistas) con un álter ego musical y carrera iniciada en los escenarios, son Clint Dempsey (máximo goleador de la selección varonil de Estados Unidos), el boxedor Adrien Bronner, el ex jugador del Necaxa, Edson Puch (bajo el nombre de Edsound), Kobe Bryant (lanzó el disco Visions en 1999) y Óscar de la Hoya, quien después del retiro de los rings profesionales, y antes de convertirse en el importante promotor boxístico que es ahora, intentó desarrollar una carrera cantando baladas en inglés. ¿Lo sabías?