A lo largo de la historia católica ha habido 14 papas llamados León, incluido Robert Francis Prevost quien hoy fue nombrado Sumo Pontífice, pero ¿quién fue el primer papa León? ¿Por qué tantos sucesores han tomado su nombre? ¿Qué lo hizo tan importante para el desarrollo de la Iglesia Católica?
Quién fue ‘León Magno’, el papa del que Prevost tomó su nombre como Pontífice

Para responder todas esas preguntas hay irse atrás algunos años… bueno, bastantes años atrás. Exactamente en el siglo V, cuando León fue convertido diácono de la Iglesia de Roma, según la historia del Vaticano.
Quién fue el primer papa llamado León
Nacido en la zona de Tuscia, lo que hoy es la Toscana italiana, en el año 440, ya como diácono de la Iglesia, la emperatriz Galla Placidia (nacida en Constantinopla) le encomendó la tarea de pacificar Galia, una región de Europa que abarcaba lo que hoy es Francia, Bélgica, Luxemburgo y algunas partes de Suiza, Alemania, Países Bajos e Italia.
En esa zona se enfrentaban el general Flavio Aecio y el prefecto del pretorio Albino. Sin embargo, apenas había comenzado su tarea, cuando el papa Sixto III murió y el 29 de septiembre del 440 le sucedió su consejero, León, convirtiéndose en el Pontífice número 45 en la historia.
Su Pontificado duró 21 años y fue el primero en ser llamado Magno por su trabajo como pacificador de Roma.
LEÓN MAGNO, EL PAPA PACIFICADOR
Por ejemplo, para el año 452 la península itálica temía la llegada de los Hunos dirigidos por Atila y, de hecho, gran parte del norte de Italia ya había caído a manos de este grupo que había conquistado ciudades como Aquilea, Padua y Milán y poco antes de llegar a Roma, cuando estaban cerca de Mantua (poblado al sur de Milán), el papa León se encuentra con Atila y negocia para que frene la guerra.
La leyenda que se formó alrededor de esta negociación es que los Hunos se retiraron cuando vieron aparecer a los apóstoles Pedro y Pablo armados con espadas detrás del papa León. De hecho, este episodio lo retrató Rafael en Las Estancias del Palacio Apostólico del Vaticano (se encuentra en la Estancia de Heliodoro).
Otra historia que abonó a crear la leyenda alrededor de León Magno es cuando cristianos arrianos del norte de África (conocidos como Vándalos de África, un grupo de cristianos fundada por el presbítero Arrio que niegan la naturaleza divina de Cristo y perseguían a católicos romanos) invadieron Roma, sin embargo el papa intervino para que la ciudad fuera saqueada, mas no incendiada y gran parte de la población se refugió en las basílicas de San Pedro, San Pablo y San Juan del Vaticano.