No cabe duda de que el aislamiento social al que nos enfrentamos podría hacernos necesitar un ansiolítico y el sexo es uno por demás poderoso. Los efectos positivos de un encuentro sexual satisfactorio se derivan de la liberación de sustancias como dopamina, oxitocina y serotonina y, como nos explica el médico y sexólogo clínico David Moncada desde el otro lado de la línea, “una relación sexual satisfactoria podría equipararse con una droga, y no lo digo en el sentido negativo”.
Moncada –quien es fundador del proyecto Diádicas Sexología – piensa que la cuarentena es un buen momento para actualizarse sexualmente como pareja, reconocer necesidades, mejorar la comunicación y diversificar las prácticas. “Si yo reconozco que me gustan ciertas prácticas y encuentro con quien compartirlas sin que me genere culpa, eso significa que mi cognición sexual hacia esa práctica va a ser positiva y, por lo tanto, satisfactoria”, sostiene.
Y es que el sexo sin duda puede ser visto como un refugio seguro en la cuarentena. Según una guía para el sexo publicada la semana pasada por el organismo de salud de la Ciudad de Nueva York –misma que no tardó demasiado en volverse viral–, el Covid-19 no se contagia a través de los fluidos vaginales o del semen, aunque sí se recomienda el uso de condón, no practicar sexo casual, evitar prácticas como el anilingus y recurrir a la masturbación como medida de seguridad.
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