Entonces, el covid-19 hizo su entrada en la escena nacional y, desde ese momento, la vida dio un giro drástico y nos vimos obligados a hacer una pausa involuntaria. En este tiempo, todos hemos aprendido a valorar la libertad con que podíamos tomar un avión o ponernos detrás del volante para ir a refugiarnos a nuestro hotel favorito, aquel en el que el personal, a base de tantas visitas, ya se sabe nuestros nombres y conoce nuestros gustos; o ese que ha servido como escenario de algún episodio importante de nuestra historia; incluso aquel en el que podemos pasar días sin salir de la habitación, mientras nos de-sintoxicamos de las redes sociales, de la tecnología y del mundo.
Hemos valorado esos lugares, momentos y experiencias, pero también hemos descubierto que toda esa magia no ocurre sola y que detrás de cada uno de esos hoteles hay mentes maestras que trabajan incansablemente para que disfrutemos de estancias increíbles en este país que no deja de sorprender con su generosidad. Desde los empresarios y creadores de conceptos, hasta los arquitectos, diseñadores de interiores y chefs, Life and Style se dio a la tarea de entrevistar a una pequeña pero muy significativa muestra de esos genios que han visto en México una fuente de inspiración inagotable y que han puesto manos a la obra para convertirlo en una potencia turística y hotelera que, poco a poco, está conquistando al mundo, con o sin pandemia.
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Visiones estratégicas
En el año 2000, el hotel Habita abrió sus puertas en Polanco, en la Ciudad de México, con un concepto que, a decir de Carlos Couturier, apostaba por una hotelería que fomentaba la interacción social. “En aquel momento, los hoteles se estaban convirtiendo casi en clubes sociales que vinieron a sustituir a los clubes privados. En ellos cualquier persona era bienvenida y lo que los hacía interesantes era precisamente el encuentro entre los locales y los visitantes de fuera”, recuerda. Él y sus socios –Jaime, Moisés y Rafael Micha– apostaron por una hotelería innovadora y creativa que, al mismo tiempo, presentaba una propuesta distinta sin perder el toque mexicano.
De aquella apertura han pasado 20 años y hoy el grupo opera 14 hoteles en México, mientras trabaja en el desarrollo de cinco nuevas propiedades. ¿La fórmula de ese crecimiento tan sólido? “Los conceptos no se pueden repetir en todos los lugares. En cada ciudad y ubicación hay una personalidad –dada por el entorno, la comunidad y la cultura– y hay que saber leerla. Eso es lo que hace Grupo Habita”. Pero más allá de haberse convertido en un escaparate del talento nacional –tanto de arquitectos, como de diseñadores industriales, textiles y artesanos–, Couturier entiende que la base de su éxito está en el equipo que trabaja en contacto directo con los huéspedes. “Esencialmente, lo que distingue a nuestro país es la calidad humana: la sonrisa, el esfuerzo adicional y todas esas cosas que ya traemos integradas. No es algo que se enseñe, sino que los mexicanos tenemos un chip que nos hace por naturaleza hospitalarios. Somos generosos y eso hace que nuestra hotelería sea diferente”, asegura.