ZADÚN, A RITZ-CARLTON RESERVE

Las recientes aperturas y las ya anunciadas para los próximos años son una muestra del gran momento que vive Los Cabos como destino turístico. El hecho de que Reserve, la marca de mayor lujo del portafolio de Ritz-Carlton, haya puesto sus ojos en estas latitudes del Pacífico mexicano es una razón de peso para tomar las maletas y dejarse conquistar por las vistas del desierto y las dunas del recién inaugurado hotel Zadún . Se trata del cuarto Reserve en el mundo, después de Puerto Rico, Indonesia y Tailandia. El diseño incorpora textiles, piezas de cerámica y muebles de manufactura mexicana, y procura difuminar los límites entre el interior y el exterior. El personal de servicio se encarga de revelar las leyendas asociadas a la cultura local y de guiar a los huéspedes para descubrir todas las áreas de la pro- piedad. La oferta gastronómica va de platos fríos a base de pescados y mariscos –servidos en el restaurante X– a comida mexicana y alimentos a la parrilla, preparados en El Barrio y Humo. Candil, con su estructura metálica, ofrece más de 100 marcas de destilados de agave. La villa Grand Reserve es la alternativa para quien busca la máxima privacidad y un servicio ultrapersonalizado.
Destacado: El menú creado por el chef Edgar Palau para la taquería del restaurante El Barrio tiene entre sus estrellas el taco de rib eye con costra de queso.
Número de habitaciones: 115.
ESCONDIDO OAXACA

El nuevo hotel de Grupo Habita, Escondido Oaxaca , que abrió sus puertas en noviembre de 2019, ocupa una casona del siglo XVIII en el centro de la capital oaxaqueña. El trabajo de restauración y la construcción de un edi cio adyacente estuvieron en manos de Alberto Kalach-Taller de Arquitectura X, mientras que del interiorismo se encargaron Lucía Corredor y Cecilia Tena, de la mueblería vintage Década, y Carlos Couturier. El resultado es un diálogo permanente entre el pasado y el presente, una combinación entre acentos contemporáneos y paredes en tonos neutros en las que aún pueden verse las huellas del paso del tiempo y los frescos originales de la casona. Cada una de las 12 habitaciones –cuatro en la edi cación original y ocho en la nueva– siguen una decoración minimalista, con muebles hechos a mano con materiales naturales, como madera, palma y piedra, y textiles en colores tierra. Frente al patio central están el restaurante dirigido por el chef Mario Petterino, cuyo menú se inspira en la cocina italiana de Piamonte, y el Culture Room, un espacio pensado como cuarto de silencio y lectura. Y en la terraza del último piso, un bar con techo de pérgola acompaña una alberca con vistas hacia el centro de la capital oaxaqueña. (Doménica Díaz)
Destacado: El hotel reúne artesanías típicas de Oaxaca, por lo que también es un museo viviente.
Número de habitaciones: 12.