Han pasado varias semanas desde que la industria turística comenzó a reactivarse. Muchos hoteles reabrieron sus puertas el 1 de julio y las aerolíneas han ido, poco a poco, aumentando la frecuencia de sus vuelos a los principales destinos nacionales y comienzan a restablecer rutas a algunos otros internacionales. Los restaurantes han vuelto a recibir comensales en sus instalaciones e, incluso, los museos están explorando nuevas formas de recibir visitantes.
En cualquiera de los casos, los protocolos de higiene y seguridad también han cambiado. Entre reforzadas medidas de limpieza, distanciamiento social, instalación de paneles de acrílico transparente, disminución de los aforos y la implementación de menús digitales, todo indica que esta “nueva normalidad” ha llegado para quedarse, así sea por unos años o en lo que se desarrolla una vacuna contra el Covid-19.