Desde su nacimiento en 1963, el Oyster Perpetual Cosmograph Daytona ha dejado de ser solo un reloj para convertirse en un verdadero ícono cultural y técnico. Creado para responder a las exigencias del automovilismo profesional, su nombre evoca el célebre circuito de Daytona Beach, símbolo de velocidad y precisión.
Cosmograph Daytona: la leyenda de Rolex que sigue latiendo

Su diseño inconfundible –con esferas de alto contraste y escala taquimétrica en el bisel– marcó un antes y un después en la historia de los cronógrafos.

Este modelo alcanzó estatus de leyenda cuando fue adoptado por el actor y piloto Paul Newman, cuya versión homónima es hoy una de las más codiciadas por coleccionistas. Pero su mito no se construyó solo sobre estilo: el Daytona ha sido siempre sinónimo de ingeniería de vanguardia. Desde sus inicios con movimiento manual, pasando por la automatización en 1988, hasta el revolucionario calibre 4130 en el año 2000, cada versión ha buscado elevar su rendimiento.
Más de relojes deportivos:
En 2023, el Daytona entró en una nueva era: su esfera fue rediseñada con proporciones refinadas y armonía de materiales y acabados, incluyendo un bisel hecho en Cerachrom –material patentado por Rolex– con ribetes metálicos.

Todo ello sin abandonar su alma: robustez, legibilidad, precisión y esa mezcla única de funcionalidad y elegancia que lo convierte, seis décadas después, en el cronógrafo por excelencia. Un ícono que no se conforma con el pasado porque su destino es seguir marcando el ritmo del futuro.