Con su dominio técnico y artesanal superlativo, la firma ginebrina ha desarrollado algunos de los guardatiempos más complicados de la historia, entre ellos varias “supercomplicaciones” de bolsillo de principios del siglo XX que pertenecieron a los coleccionistas estadounidenses James Ward Packard y Henry Graves Jr.
En las últimas décadas, la marca dio vida al Calibre 89, con 33 complicaciones; el Star Caliber 2000, con 21 complicaciones; el Sky Moon Tourbillon, con 12 complicaciones, y el Grandmaster Chime, su reloj de pulsera más complicado, con 20 complicaciones.
En la filosofía de la casa, las Grandes Complicaciones deben cumplir dos requisitos: reunir un máximo de complejidad en un mínimo de grosor y diámetro para amoldarse a las cajas más finas y elegantes, y garantizar facilidad de uso con confort, seguridad y legibilidad.
Entre las tres novedades de este año, la referencia 5303 es el primer modelo de la marca con repetición de minutos y un mecanismo de sonería visible por el frente. Patek Philippe lo presentó en 2019 en una edición limitada para conmemorar la exposición Watch Art Grand Exhibition en Singapur, pero ahora lo incluye en su colección regular con algunos cambios en el diseño.