Así es la exposición más grande de alta relojería
Bajo la descomunal sombra del hotel Marina Bay Sands de Singapur, un gigante de tres torres que alcanza 200 metros de altura y en cuyo techo hay espacio suficiente para tres campos de futbol, se abre un portal dimensional que lleva hasta Suiza. En el teatro Sands, ubicado en el vecino The Shoppes at Marina Bay Sands –un centro comercial de lujo que recibe unos 120,000 visitantes diarios–, Patek Philippe presenta Watch Art Grand Exhibition, una exposición monumental con cerca de 300 guardatiempos históricos y contemporáneos de la marca más prestigiosa de la relojería suiza.
Esta muestra debutó en 2012 en Dubái, un año más tarde llegó a Múnich, en 2015 estuvo en Londres y en 2017 en Nueva York. Pero la edición de Singapur es la más grande a la fecha, con 10 salas temáticas que ocupan más de 1,800 metros cuadrados. El objetivo de la firma es que la gente sienta como si viajara a Ginebra para conocer sus magníficos salones de la calle rue de Rhone, su manufactura de Plan-les-Ouates o el Museo Patek Philippe.
El día que la visitamos, antes de su apertura al público –que podrá verla del 28 de septiembre al 13 de octubre–, la expectación era enorme entre los periodistas venidos de todo el mundo. No sólo por la oportunidad de contemplar piezas traídas del museo, junto a las de la colección actual de la maison, sus grandes complicaciones y novedades, sino porque, además, conoceríamos los relojes de edición limitada creados en honor del país y del sudeste asiático.
Con Patek Philippe no hay manera de sentirse decepcionados. La familia Stern, que ha sido su dueña desde 1932, mantiene intactos el ADN, los valores, la altísima calidad y esa suerte de misticismo que caracterizan a la casa fundada hace 180 años por Antoine Norbert de Patek y Adrien Philippe. Su independencia de los grupos de lujo le permite seguir sus convicciones con una libertad creativa impulsada por un know-how difícil de igualar. Perpetúa la tradición y, a la vez, se mantiene a la cabeza de la innovación relojera.
Todo lo anterior se hace evidente a lo largo de Watch Art Grand Exhibition. Para comenzar, en el "Cinema Room", montado como una pequeña sala de cine, se proyectan dos cortometrajes sobre la historia de la firma. En el siguiente espacio, "Current Collection Room", se exhiben unos 80 relojes de todas sus líneas, que también representan las diferentes funciones dominadas por la marca. Es un festín de Calatrava, Golden Ellipse, Gondolo, Twenty-4, Nautilus, Aquanaut, Aquanaut Luce y relojes de bolsillo, algunos con fases de la luna, calendario anual, hora mundial, Travel Time y calendario perpetuo.
Aquí ocurre el primer encuentro con cinco de las seis ediciones limitadas Singapur 2019: un World Time Minute Repeater con el mapa de la ciudad-estado hecho en esmalte cloisonné; un World Time Chronograph –nuestro favorito– con la combinación de negro y rojo que en esta región simboliza vitalidad, éxito y buena fortuna; un Aquanaut con la esfera negra, la correa de material composite roja y el mismo significado; un Aquanaut Luce con esfera y correa color rojo frambuesa, y 46 diamantes en el bisel; y un Calatrava Pilot Travel Time con la esfera azul que recuerda el color del océano en el sudeste asiático.
La siguiente parada es el espléndido "Napoleon Room", que recrea la cálida sofisticación de los salones ginebrinos de Patek Philippe en la rue de Rhone. Al fondo hay una pantalla donde se proyecta una vista panorámica del lago de Ginebra. La emoción aumenta cuando, pintadas en la pared de un pasillo, aparecen las palabras “Patek Philippe Museum”.
Fundado en 2001 por Philippe Stern, presidente honorario de la casa y padre del actual CEO, Thierry, el Museo Patek Philippe alberga una de las colecciones relojeras más importantes del mundo, con unas 2,000 piezas. En Singapur expone más de 100, divididas temáticamente en la “Colección Antigua” y la “Colección Patek Philippe”.
La primera presenta un panorama histórico de la relojería y se remonta hasta el siglo XVI, con un reloj colgante de 1548 atribuido a Caspar Werner. Es un deleite ver creaciones con forma de cruz, delfín, telescopio o corazón, al lado de varios guardatiempos de bolsillo desarrollados por grandes relojeros como Ferdinand Berthoud, John Ellicott, John Arnold, Julien y Pierre Le Roy, y Jean-Antoine Lépine. Los decorados en esmalte y los grabados representan escenas de las distintas épocas, y la creciente complejidad de los mecanismos refleja la evolución del oficio.
La “Colección Patek Philippe” reúne piezas relevantes de la maison, desde el reloj de bolsillo de Antoine Norbert de Patek (1839-1842), hasta la impresionante súper complicación Calibre 89 con 33 funciones, lanzado en 1989 para celebrar el 150 aniversario de la firma. Se pueden apreciar también dos relojes colgantes (1850-1851) que pertenecieron a la reina Victoria de Inglaterra; un guardatiempo de bolsillo (1883-1885) de Oscar II, rey de Suecia y Noruega; el primer reloj de pulsera de Patek Philippe (1868); el primer reloj de pulsera con calendario perpetuo de la historia, la referencia P0072 (1925); los primeros guardatiempos de pulso de la firma con repetición de minutos (1916) y cronógrafo (1924), y una selección magnífica de algunos de los relojes más deseados entre los conocedores y en las subastas, donde esta casa es ama y señora desde hace varios años.
La visita continúa en el "Rare Handcrafts Room", entre las deslumbrantes piezas especiales con oficios artísticos que la marca ha creado como tributo a este evento. Hay relojes de mesa, de cúpula, de bolsillo y de pulso, decorados con distintas clases de esmaltado, grabado, engastado o con marquetería de madera, disciplinas milenarias que se han vuelto uno de los rasgos más distintivos de la alta relojería.
Los motivos están inspirados en Singapur y los países vecinos. Por ejemplo, el reloj de cúpula “Batik on Blue” representa, con esmalte cloisonné grand feu, la refinada estética y rica paleta de color de las famosas telas indonesias teñidas con la tradicional técnica batik. Un reloj de bolsillo con esmalte grisaille muestra una imagen del antiguo puerto de Singapur, mientras que en otros hay orquídeas, colibríes, un tigre blanco y un pez arowana. Un reloj de mesa con esmalte cloisonné y guilloché representa el mapa del centro de Singapur. También hay uno de Kuala Lumpur, de Manila, de Yakarta, de Bangkok y de Hanói, aunque en ellos la decoración conjunta esmalte cloisonné y flinqué.
Varios artesanos, llegados desde los talleres de Patek Philippe, demuestran sus habilidades en estaciones de trabajo montadas con ese objetivo y responden preguntas del público. Lo mismo sucede con los relojeros en el "Watchmakers Room", que explican pacientemente los secretos del funcionamiento de mecanismos antiguos y nuevos de la casa. En el "Movements Room" están expuestos una gran cantidad de movimientos de la manufactura, desde calibres simples hasta algunos desarrollados para los relojes más complicados del mundo. Gracias a unos lentes de realidad virtual, es posible participar en una divertida experiencia inmersiva en la que el usuario arma uno de estos mecanismos.
Es aquí donde por fin conocemos el lanzamiento más especial de la exhibición. Se trata de la Ref. 5303R-010 Minute Repeater Tourbillon Singapore 2019 Special Edition. Como su nombre lo indica, este reloj con caja de 42 mm en oro rosa reúne repetición de minutos y tourbillon de una forma única para la maison, pues en la esfera es posible ver el mecanismo de la sonería y el funcionamiento de los gongs y los martillos, y la parte trasera de la jaula del tourbillon. Para ello ha sido necesario modificar la configuración de algunos componentes, a la vez que esqueletarlos. El círculo de las horas es un anillo de zafiro lacado en color rojo y con las estrellas blancas de la bandera de Singapur. Es una edición limitada de 12 ejemplares que, casi aseguramos, ya están vendidas.
Watch Art Grand Exhibition cierra con notas altas. En el "Grand Complications Room" hay que respirar profundo para calmar los latidos del corazón ante el espectáculo de guardatiempos como el Sky Moon Tourbillon, el Grandmaster Chime, el Alarm Travel Time, las repeticiones de minutos y los cronógrafos “sencillos” o con split-seconds.
Finalmente, en el "Singapore and Southeast Asia Room" hay relojes históricos inspirados por el arte y la cultura regional, en honor de los 200 años de Singapur que se conmemoran en 2019. En un guardatiempo de bolsillo ginebrino (circa 1805) se reproduce un templo chino y en otro (circa 1830) hay una escena del puerto de Cantón. La cereza en el pastel son un par de relojes colgantes (circa 1810) en forma de durazno y otro en forma de sandía (circa 1820) con música y autómata. Los tres fueron hechos para el mercado chino.