Las mascarillas son un elemento que ha llegado para quedarse, al menos por el resto del año. Y es que muchos lugares como empresas o lugares públicos tienen como regla el uso de las mascarillas de manera obligatoria. Con el uso constante, las mascarillas también deben lavarse sin importar el material. Te damos algunos consejos para limpiarlos correctamente, y también te decimos cómo proteger tu cara.
Cómo limpiar tu cubrebocas correctamente
También lee
Primero es importante que consideres tener al menos dos mascarillas, para usar una mientras la otra se lava. Recuerda que, antes de quitarte el cubrebocas debes lavarte las manos o usar desinfectante a base de alcohol que contenga al menos 60% de alcohol. Las mascarillas deben lavarse todos los días, cada vez que las uses, con el fin de reducir el riesgo de propagación del coronavirus u otros gérmenes.
Si tu cubrebocas tiene filtros, quítalos y deséchalos. Dobla la máscara y colócala directamente en la ropa o en una bolsa desechable o funda para lavar (esto ayuda a que el resorte no se desgaste). Después vuelve a lavar tus manos. Si el gel anti-bacterial te es incómodo, puedes optar por un spray 60% alcohol. Dr. Bronner's tiene una excelente opción, que al ser orgánica, no dañará tu piel.
Algunas personas prefieren utilizar paliacates y máscaras de tela. Estas se pueden lavar en la ropa normal con agua caliente. Después de lavarlas, mételas a la secadora o cuélgalas en un lugar con techo. Considera usar un detergente hipoalergénico, como Downy Pure. Visitala página Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos , (EPA por sus siglas en inglés) para verificar el listado de desinfectantes más efectivos y registrados de manera oficial.
También puedes lavar tus cubrebocas a mano con agua caliente y jabón neutro. Frota la máscara durante al menos 20 segundos y sécala a temperatura alta, si es de algodón. Una vez que esté seca y limpia, guárdala en una bolsa de tela limpia o papel para evitar que se ensucien con otros elementos.
Las máscaras quirúrgicas desechables, como las azules, no se pueden lavar tanto, ya que la tela se va desgastando y pierde su función. Lo ideal será desecharlas cuando estén visiblemente sucias o dañadas.
Si no puedes lavar tu cubrebocas en el momento, puedes guardarlo en una bolsa de papel, no de plástico, en un lugar con un poco de ventilación, por ejemplo, cerca de una ventana. Debes esperar al menos dos días antes de volver a usar la máscara, para que se seque por completo y que el virus se vuelva inactivo.
Sabemos que el uso constante de los cubrebocas, además de ser tedioso puede incluso irritar la piel, contribuir al acné o al sarpullido por el calor que genera. Para prevenir la irritación, prepara tu piel con una crema hidratante facial antes de ponerte el cubrebocas, y si quieres, un suero con ácido hialurónico.
Durante el verano, y temporadas calurosas, lo más recomendable es lavar la cara dos veces al día mínimo con un limpiador hidratante y protección solar, ya que los cubrebocas no están diseñados para proteger contra los rayos UV del sol.