Lo especial de este modelo no es sólo su impresionante tourbillon central, que la firma presentó en 1994 con motivo de su centenario, sino que cuenta con la certificación Master Chronometer, una de las más exigentes de la industria. Entre otras cosas, esto significa que la jaula del tourbillon es capaz de seguir girando aun bajo un campo magnético de 15,000 gauss, un logro espectacular.
Para obtener el título de Master Chronometer, los relojes de Omega tienen que superar ocho pruebas METAS que se aplican sólo a mecanismos que ya tienen el certificado cronométrico COSC (Contrôle Officiel Suisse des Chronomètres). Una de esas pruebas verifica que el funcionamiento de la maquinaria y del reloj completo no se vea afectado por la exposición a campos magnéticos como los de los celulares, los cierres metálicos de bolsos, las computadores portátiles o las puertas automáticas, entre otros.

Además, este De Ville es el primer tourbillon de carga manual de Omega. La caja del reloj, de 43 mm de diámetro, está hecha de dos materiales exclusivos de la marca: el cuerpo central, el logotipo de la hebilla y el de la corona son de oro Canopus de 18 quilates, una aleación de oro blanco que se distingue por su brillo, blancura y longevidad; las asas, el bisel y el reverso de la caja son de oro Sedna de 18 quilates, una aleación de oro rosa con un tono intenso.