La voz de Kevin Kaarl es inconfundible: grave, honda, a ratos rasposa, recitando canciones que calan hondo y que a todos, de una u otra forma, nos ha tocado vivir y, sobre todo, sentir. Por eso no sorprende que el joven chihuahuense sea, hoy por hoy, uno de los músicos mexicanos de folk más exitosos.
El cantautor incursionó en el mundo de la música desde muy pequeño y, de 2018 a la fecha, su popularidad no ha hecho más que crecer.
Kevin Kaarl relata que tuvo una infancia muy bonita en Meoqui, Chihuahua: nació el 15 de mayo del 2000 y creció en el campo, corriendo al aire libre, acompañado de su hermano gemelo, Bryan, y su hermano mayor. Los tres estuvieron en constante contacto con la música desde muy pequeños.
En una entrevista para Rolling Stone , Kevin relató que, cuando tenía 7 años, uno de sus mejores amigos entró a una banda de marcha, era la única en su ciudad, y por seguirlo convenció a sus papás de que también le permitieran entrar a ese grupo. Ahí fue donde aprendió a leer partituras y tocar la flauta traversa.
Al poco tiempo, su abuelito le regaló una guitarra y le pidió al profesor de coro de la primaria a donde iba que lo enseñara a tocarla.
Sus primos, relató el cantante en esa entrevista, también formaban parte de la banda de marcha y ya en la adolescencia invitaron a Kevin y Bryan a formar parte de una banda sinaloense. Su hermano Bryan tocaba la trompeta y Kevin el bombo y la tambora. Poco a poco fueron creciendo y haciéndose conocidos en la ciudad.
Sin embargo, el ritmo de vida de músico pareció demasiado intenso: muchas desveladas y un ambiente poco sano lo llevaron a alejarse de la música un tiempo y pensó en dedicarse a la fotografía y videos.
“Pensé: ‘Voy a hacer una canción para poder dirigir el video musical’. Le pedí prestada una cámara a mi hermano mayor para hacer mi video musical, que no me salió, pero me salió una canción por lo menos. De ahí, una amiga me dijo que estaba buena y me animó a seguir componiendo”, explicó el cantante.
De ese video musical fallido y canción compuesta nació Amor Viejo, uno de sus primeros éxitos en YouTube.
Desde ese momento, Kevin Kaarl comenzó a subir sus canciones a plataformas de redes sociales y comenzó a ganar popularidad.La voz de Kevin Kaarl es inconfundible: grave, a ratos rasposa, se le conoce
Kevin Kaarl comenzó haciendo folk en español y ganó muchísima popularidad por eso. Sin embargo, el propio artista mencionó que las comparaciones que le hicieron con Ed Maverick lo incomodaban y, al mismo tiempo, lo hiceron buscar nuevos sonidos, probar otros géneros.
Actualmente, para su último diso Paris, Texas, el joven explica que tiene una gran influencia de bandas como The Lumineers y Beach House. Aunque, eso sí, con su amplio conocimiento de música mexicana, también a veces integra elementos que le dan un sonido peculiar y único.
Para París, Texas, contó a Rolling Stone, dos canciones lo tenían completamente bloqueado, por lo que buscó ayuda de un productor. “Se me ocurrió la idea de mandarle un mensaje al productor de Beach House, de uno de sus álbumes más bonitos, y curiosamente me contestó”.
Algunas de las canciones más conocidas de Kevin Kaarl son:
