Después de un año de espera, el cantante mexicano Arath Herce presenta su primer material discográfico, Balboa, y lo hace acompañado por Balboa Naked, una edición especial de Balboa grabada en vivo y editada en cinta. Platicamos con el músico sobre este esperado lanzamiento.
"Cuando escribes sin pensarlo, inevitablemente sale algo de verdad": Arath Herce
Life and Style: A lo largo del año pasado sacaste varios sencillos, pero hoy Balboa ya está disponible en su totalidad…
Arath Herce: Estoy feliz. Fue un proceso muy largo. Desde el inicio yo tenía la idea de que quería que fuera un álbum, un viaje, y estoy muy feliz de que por fin haya salido y cerrar ese ciclo, junto con Balboa Naked.
Balboa Naked es un proyecto en el que grabaste en vivo todas las canciones de Balboa. Platícanos sobre este proceso…
El proceso con Balboa fue bastante íntimo y en el momento en que escribía las canciones, ya las imaginaba con los arreglos y la música, y era como imaginar y soñar tocar con una banda y con cuerdas que me acompañaran. Fue un proceso de soñarlo en mi casa y luego grabarlo. La primera vez que toqué con una banda fue esa vez que grabé el disco; Balboa Naked es ese sueño loco de grabar estas cosas y regresar a esa intimidad de la guitarra y yo, como en realidad nacieron las canciones. He estado un poco traumado con esas grabaciones de Tom Waits en las que está en el piano y el banquito está crujiendo a lo largo de la canción y se convierte en parte de la música, tan importante como su voz. Grabamos en los estudios de Sony en un día, en vivo, lo mezclamos en cinta y yo les decía a los ingenieros: “quiero que se escuche el polvo, que se escuche todo”, y llenamos el estudio de micrófonos. También se grabó una especie de película. Estoy muy feliz con esto porque es un retrato muy íntimo de lo que soy ahora. Veo a Balboa como la versión de estudio de lo que era en este momento, pero ya es como una foto vieja. Noto las diferencias en la voz, en mi cara, y esto es una oportunidad para mí de cantar las canciones que no he cantado en tanto tiempo.
Al ser las mismas canciones, podrías decir que Balboa y Balboa Naked son la misma cosa, pero la verdad es que suenan muy distinto; ni el orden de las canciones es el mismo. ¿Cuál fue la diferencia al producir?
En Balboa pensamos el orden de las canciones como un viaje sonoro que estaba pasando, y hay ciertas similitudes entre tracklist y tracklist, pero son diferentes. El Naked tiene un ritmo distinto y por eso el orden también lo es. Lo pensamos tanto como disco como filme, y hay un ritmo que siguen las canciones y que marcan distintos momentos en esta especie de película. Fue como mejor creímos que se debían escuchar las canciones.
Tu trabajo se caracteriza por ser muy íntimo, pero al mismo tiempo estás trabajando con una de las mayores productoras a nivel mundial, con personajes como Aureo Baqueiro y Jake Gosling en tu equipo. ¿Cómo es tomar algo tan personal y someterlo al escrutinio de gente de ese calibre?
Sony me conoció por los demos que yo hacía en mi casa, y también Jake y Aureo. Los temas los produje yo junto con ellos, y la idea fue respetar lo que yo tenía en los demos, y prácticamente fue lo mismo. Siempre intentamos conservar lo que era; una canción no necesita mucho más que lo que es y trata de decir. En ese aspecto, tuve la suerte de tener un equipo que creyera en mí desde esa parte sencilla.
Tus letras suenan mucho más maduras y complejas que lo que están haciendo muchos artistas de tu edad (21 años), y eso es una prueba muy clara de lo importante que es para ti escribir. ¿Qué llegó primero a tu vida: escribir o la música?
Empecé a escribir canciones a los ocho años y eran de la que me gustaba en la escuela y demás. Todo vino de un acto de fe de creer que escribir una canción sería fácil. Empecé a escribir y me interesé en escribir más que canciones de amor. Amo las canciones de amor pero siempre hay algo más, y para mí escribir ha sido una forma de explorarme a mí, y no te puedes quedar en una parte de ti. Tienes que intentar escribir de lo oscuro y de lo que ves, que no necesariamente tiene que ver contigo… todo lo que pasa a través de tus ojos, y también creo que tiene que ver mucho que la gente que escucho y admiro es gente de historias, que le gusta escribir. Me gusta leer, y últimamente he empezado escribir más sin música: poemas, un diario… es simplemente tratar dejar prueba de que estuvimos aquí en algún momento.
Y después de ese acto de fe, ¿qué descubriste? ¿escribir es fácil?
Sí y no. Depende de qué tan en serio te lo tomes, y hay momentos en que te lo tomas muy en serio y es muy difícil, y hay momentos en los que te dejas fluir. No creo que seamos nosotros los que escribimos las cosas, sino que hay algo que, dejas correr en ti, A veces recuerdo cosas que escribía de pequeño, ciertas frases que digo: “es imposible que yo haya escrito esto”. Ni siquiera entendía por qué lo escribí. Más bien es una especie de llave que de repente abres y algo habla por ti, y tú sólo eres un instrumento. Últimamente tengo una libreta en la que yo digo que escribo pura tontería, sólo escribo sin pensar. Siento que cuando empiezas a escribir y no piensas, inevitablemente empiezas a decir algo de verdad. Toda la vida y toda la educación que nos dan es para no decir esto y esto y comportarse así, y una vez que te sueltas terminas inevitablemente siendo tú. Yo escucho música para identificarme con cosas, para no sentirme sólo, pero no escribo música para que se identifiquen, sino que escribes tu historia y la gente se inspira para abrirse con la suya.
¿Qué tan metódico eres para crear?
Es diferente para cada canción y es un poco frustrante que no haya una fórmula, así de: “hoy voy a escribir una canción, voy seguir estos pasos y sé que si los sigo me va a salir”. Es un poco frustrante que cada vez que me siento no tengo idea de cómo escribir una canción. No soy alguien que escriba tan constantemente, en el sentido que no termino una canción con frecuencia. Siempre estoy escribiendo ideas y cosas, pero hay ciertos momentos de inspiración en los que tengo que dejar todo lo que estoy haciendo y escribir. Es como una especie de trance y ni siquiera me da hambre y cuando me doy cuenta es muy tarde.
¿Qué tan fácil es para ti escuchar un trabajo en proceso y decidir que ya está listo?
A la hora de producir siempre hay un momento en el que sabes cuándo parar. Lo valioso de una pieza es el impulso que te llevó a dar algo, y hay momentos en los que ya pusiste ese impulso y hay que tener cuidado de no empezar a pensar y querer poner más capas y más capas porque si no termina siendo una cosa completamente diferente y tapas lo que realmente importa, que es ese impulso. Siento que hay una parte en el proceso creativo en la que dices: “ya, renuncio a esto porque esto es suficiente, y quítamelo de aquí porque si lo veo le voy a querer meter otra cosa”, pero la música está viva y es un poco raro tener que encapsularla en una grabación y que se quede así para siempre. Balboa Naked para mí fue una oportunidad de sacar otra cara el mismo día de lanzamiento y es una forma de decir que la música está viva y que mis canciones cambian con el tiempo.