‘Nuevo Orden es como la peor pesadilla’: Fernando Cuautle
Es probable que Fernando Cuautle te resulte poco familiar, pero eso está a punto de cambiar. El protagonista de 'Nuevo Orden' habla de su experiencia en La Mostra y su trayectoria.
Fernando Cuautle sabe que mentir está mal, pero no se arrepiente de haberlo hecho para quedarse con el papel de Nuevo Orden, filme del director Michel Franco que obtuvo el Gran Premio del Jurado en la reciente edición del Festival de Venecia.
“Es la primera vez que lo voy a contar así… así que ahí te va”, dice sonriendo Fernando, quien protagoniza, junto a Naian González Norvind, Diego Boneta, Darío Yazbek y Mónica del Carmen, este drama distópico que sacudió a los críticos de La Mostra, por el crudo retrato de un México violento por la disparidad social.
Fernando, nacido hace 26 años en Puebla, en el seno de una familia alejada del medio artístico, revela que después de la primera audición, la directora de casting le marcó para preguntarle si sabía manejar. “Y yo la verdad es que había practicado en coche automático, pero en este ímpetu de quedarme con el papel, la verdad es que mentí: ‘Sí, automático y manual… todavía le aumenté’”, confiesa con una sonrisa que también deja ver algo de culpa.
En Nuevo Orden interpreta a Cristian, el hijo de la empleada doméstica de una familia adinerada que está a punto de celebrar una boda, mientras afuera de la mansión del pedregal hay protestas violentas por la exacerbada desigualdad social en México. Cristian y la novia a punto de casarse, Marian, interpretada por Naian González Norvind, se ven obligados a salir de su burbuja y enfrentar la contrastante realidad.
Previo a las escenas en las que Fernando manejaría, un amigo le dio clases. Pero en el set corrió con suerte porque Michel Franco, quien aún no sabía que él no tenía experiencia como conductor, decidió de último momento que fuera Naian quien estuviera al volante del coche. “Entonces me sentí libre”, dice Fernando. “Pero llegó el momento en el que me dijo Michel: ‘Sabes qué, Fer, yo creo que en esa secuencia vas a manejar tú’. Y yo estaba muy nervioso”.
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Era una escena en la que debía estacionar el auto en un garage pequeño con mucha rapidez. “Obviamente me puse muy nervioso y le di un rayón al coche. Para mí fue como: ¡No puede ser! Pero Michel se acercó y me dijo: ‘Ahorita preocúpate por actuar’. Se lo agradezco, porque en ese momento me sentía muerto de nervios porque había mentido y ya había causado un problema”.
Esa mentira, que ahora es una anécdota pintoresca, llevó a Fernando al Festival de Venecia, en donde junto a Michel Franco y el resto del elenco presentaron esta película distópica que, por ganar el León de Plata, figura como fuerte candidata para ser el filme que represente a México en el Oscar. “Tuvimos que hacernos la prueba de Covid-19 antes de viajar y otra vez al llegar al festival”, explica.
Habla con emoción y asombro cuando recuerda la reacción después de la premier. “Cuando terminó la película, hubo un silencio, un shock, porque las escenas son poderosos y duras. Pero después vino el aplauso de seis minutos”. Cree que el poder de la historia, que Franco empezó a escribir hace seis años son sospechar que la realidad, de cierta manera, le daría alcance, es global y de ahí el eco que tuvo en La Mostra.
“Es una película que se mete con los mexicanos y también con quienes no lo son. Esto le pega a cualquiera porque es algo que se vive en cualquiera parte, la desigualdad. Es como la peor pesadilla, pero espero que esta película sea como un ‘ojalá que nos neguemos a que esto suceda’”.
Fernando explica que ser actor es algo que también lo tomó por sorpresa. “No soy de los que saben que quieren actuar desde chiquitos. No quería salir de la prepa sin saber qué quería hacer y ahí me di cuenta que desde la primaria había hecho teatro de vez en cuando”. Ahora sabe que actuar “la forma más increíble de explorarte”.
Su elección, en retrospectiva le parece que fue una vital para sobrellevar un bache emocional. “El teatro llegó en un momento muy especial en mi vida… es un cliché decir que el arte salva vidas, pero a mí sí me la salvó. Yo estaba pasando por un momento familiar fuerte con mis papás e inconscientemente lo ocupé como escapatoria. Yo no quería estar en casa y prefería estar en el teatro aprendiendo. Yo liberaba muchas cosas ahí que traía adentro, la verdad”.
Tras estudiar teatro en Puebla en los talleres de Patricia Reyes Espíndola, Fernando convenció a sus padres que le dejaran mudarse a la Ciudad de México, hace cuatro años. Intentó ingresar al Centro Universitario de Teatro (UNAM), pero no fue admitido; sin embargo, siguió tomando talleres y buscó oportunidades.
“Yo quería hacer cine y al final de las películas buscaba en los créditos los directores de casting, los agregaba a Facebook y les mandaba mensajes. El punto era estar presente en el círculo del cine hasta que empezaron a llegarme oportunidades de casting y dentro de ellas, la de Nuevo Orden”, dice Fernando, quien previo a esta película, figuró en series de plataformas de streaming como Tijuana (Netflix) y ZeroZeroZero (Amazon).
Nuevo Orden no es su primer protagónico. En Nebaj (2019), película guatemalteca del director Kenneth Müller, interpreta a un pastor que, tras un sueño, decide liberar a un grupo de personas amenazadas por un conflicto armado. Estelariza también No Mans Land (2020), western de Conor Allyn que estrenó la semana pasada en el Festival de Guanajuato. Y próximamente también actuará en Vergüenza, de Miguel Salgado, y Mujeres al alba, de Jimena Montemayor.
Fernando tiene claro que producir es fundamental para poder tener la carrera que él quiere. “Lo siguiente es ser productor, es la manera más inteligente de ir llevando esto a más”, explica. “Tenemos como ejemplo a Diego Boneta quien también es productor de Nuevo Orden; yo ya produje un corto, Video Vega, es una comedia sobre un asesino que pudieron atraparlo porque rentó una película. Es como un falso reportaje”.
Es de la idea que “nunca debes creértela”. Disfruta de la atención que tiene por esta película pero sin dejar de tener en claro que la razón por la que actúa. “Lo único que quiero con todo esto es que me den la posibilidad de trabajar más, de seguir contando historias. Eso es lo más importante para mí, poder seguir viviendo de esto. Espero que esto sea una ventana enorme para decir: ‘Hey, soy Fernando Cuautle, tengo con qué y aquí estoy, vamos a trabajar’”.
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