La salud sexual no solo se refiere al uso de métodos anticonceptivos y la protección contra infecciones de transmisión sexual (ITS), sino también significa tener control sobre mi propio cuerpo y mis decisiones, asumir que cuento con la capacidad de decidir cuándo, cómo y con quién compartir mi intimidad.
Este conocimiento me permite vivir sin el temor constante de un embarazo no planeado o de contraer una ITS, es sencillo hacerse mil escenarios luego de una relación sexual, saber que cada decisión que tomes puede tener un impacto quizá negativo en tu vida, por eso estar informada se traduce en una vida sexual más libre y satisfactoria.
La salud sexual también implica la importancia de realizar chequeos médicos regulares. Hacerme exámenes ginecológicos y pruebas de ITS en su momento no solo me daba tranquilidad, también me permitía detectar cualquier problema de salud de manera temprana, además de mantenerme tranquila y capaz de seguir disfrutando y planeando mi vida.
Lo anterior también me permitía conectar con el placer más que con la preocupación, he aprendido a ver el placer como una parte esencial de mi vida. Entender que disfrutar de mi sexualidad no es algo de lo que avergonzarse, sino algo que celebrar, ha transformado mi perspectiva.
Este disfrute no solo mejora mi calidad de vida, sino que también me ayuda a establecer relaciones más saludables y significativas, permitiendo elegir una pareja con la cuál he podido hablar abiertamente sobre nuestros deseos, límites y preocupaciones, lo que ha fortalecido nuestra relación y ha mejorado nuestra intimidad, al punto de decidir formar una familia.
La seguridad que me daba conocer acerca de la sexualidad y la salud sexual me ayudó a fortalecer mi autoestima, a vivir plenamente mientras me desarrollaba tanto personal como profesionalmente, a ocuparme de un crecimiento constante que me permitió llegar a entender el punto exacto en el que estaba lista para la maternidad.
La respuesta a la pregunta: ¿De qué manera cuidar mi salud sexual puede mejorar mi vida? Tiene muchas aristas, pero para mí, cuidar mi salud sexual es un acto de amor propio que me ha permitido vivir con seguridad, confianza y felicidad, además de contar con las herramientas necesarias para construir relaciones saludables y satisfactorias, lo que se traduce en una vida sexual saludable, segura, plena y feliz.
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Sobre la autora: Marcela Vázquez, Brand Manager de Trojan México destaca el uso del condón como pilar clave del empoderamiento y el autocuidado en temas de salud sexual.