Sexsomnia
A este trastorno también se le llama sonambulismo sexual, y, como su nombre lo indica, se manifiesta como la aparición de conductas sexuales durante la fase del sueño profundo. Es decir, son personas que pueden tener relaciones sexuales aún estando dormidas, o simplemente tener orgasmos.
Las personas que tienen este desorden parecen estar completamente despiertas al momento de la acción. Sin embargo, al día siguiente no recuerdan nada. Como era de esperarse, esto hace que este desorden sea un argumento frecuente para justificar casos de violación. La causas más comunes de este desorden son el estrés, la falta de sueño, el consumo de drogas y alcohol y parasomnias preexistentes.
Trastorno de deseo sexual hipoactivo
Este desorden se caracteriza por no tener deseo sexual (o tener muy poco) y estar preocupado al respecto. ¿Te suena familiar? Es que ES muy común, ya sea de manera crónica o por épocas. Cuando esto ocurre, no tienes fantasías sexuales ni te interesa responder a insinuaciones sexuales; es más, las evitas. Esto, a su vez, suele ser síntoma e depresión, problemas de imagen corporal, problemas de pareja, estrés, trauma de abuso sexual, niveles bajos de hormonas, entre otras cosas.
Afortunadamente, este trastorno es tratable. La solución depende mucho de la causa, pero puede incluir ejercicios de Kegel, terapia de pareja, exploración con pornografía (para descubrir qué te provoca placer), juguetes sexuales, meditación, abstinencia alcohólica y de drogas, ejercicio, y distintos medicamentos.
Trastorno por aversión al sexo
Como su nombre lo indica, las personas que sufren de esto rechazan activamente el contacto sexual, lo que a su vez dificulta las relaciones de pareja. Si padece de esto, es posible que el tener cualquier tipo de relación sexual –en casos extremos, hasta los besos tienen este efecto– te dé miedo, ansiedad o un impulso de rechazo, y que evites estas conductas durmiendo temprano, viajando y llenando tu calendario de actividades.
El tratamiento de este trastorno tiene muchos puntos en común con el desorden anterior de la lista, e incorpora un acercamiento progresivo a las relaciones sexuales, así como la detección de creencias que fomentan ese rechazo.