Desde 1988, el 1 de diciembre es el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, fecha en que personas de todo el mundo se unen para apoyar a quienes viven con VIH y para recordar a quienes han fallecido por enfermedades relacionadas con el sida.
Se estima que en México 3 de cada mil personas entre 14 y 49 años de edad vive con este virus y que de las 41 personas que diariamente adquieren el virus, sólo un tercio conoce su diagnóstico. Con el objetivo de construir una sociedad inclusiva e incluyente que fomente el pleno ejercicio de la sexualidad, la organización de la sociedad civil Inspira promueve la prevención, detección y atención al VIH y otras ITS (infecciones de transmisión sexual) sin prejuicios ni discriminación.
Para hablar de algunos de los mitos asociados a esta enfermedad, Life and Style entrevistó a Aldahir Jiménez Ramírez, coordinador de comunicación social de Inspira, quien hace cinco años recibió su diagnóstico como VIH positivo y que hoy trabaja por generar acciones a favor de la lucha contra el sida.
Mito: Las personas con VIH no pueden aspirar a una buena calidad de vida Realidad: “La idea que se ha vendido desde inicios de la pandemia de VIH/sida es que quienes tienen un diagnóstico positivo se van a morir. Yo acababa de llegar a la Ciudad de México cuando recibí mi diagnóstico y fue un golpe muy duro. Después de estudiar e investigar mucho, comprendí que el tratamiento con retrovirales no tiene nada que ver con lo que era hace 20 o 30 años, que la calidad de vida de quienes vivimos con VIH puede ser muy buena gracias a estudios constantes, citas médicas frecuentes y un control riguroso de la salud. Los diagnósticos se viven de manera muy distinta. Está bien sentirse de la manera en que uno se siente –que el mundo se viene abajo, que las cosas se acabaron–, pero hoy la realidad nos dice cosas muy distintas. Las personas con VIH tenemos mayores posibilidades de llevar una muy buena vida. Yo aconsejo aceptar el diagnóstico como es y vivirlo con el apoyo de las instituciones. En la vida de una persona con VIH cambian muchas cosas, pero esas cosas serán buenas o malas en la medida en que la persona deje que sean buenas o malas. El principal cambio es que se dependerá de una o varias pastillas diarias y que pasaremos tiempo en hospitales, pero fuera de eso se puede tener una vida muy buena siempre y cuando nos apeguemos al tratamiento.
Mito: El VIH/Sida es una enfermedad que solo afecta a las personas homosexuales Realidad: “Cuando el VIH se descubre, la manera en que los medios de comunicación lo explicaban era como un cáncer rosa que solo atacaba a personas homosexuales. La epidemia del VIH es una epidemia concentrada que va cambiando según las condiciones sociales, económicas y políticas. En México y la mayoría de los países los casos están concentrados en poblaciones clave de hombres que tienen sexo con otros hombres, mujeres trans, mujeres trans trabajadoras sexuales, mujeres cisgénero trabajadoras sexuales, usuarios de drogas inyectbles, pero en lo general cualquier persona que tenga una vida sexualmente activa está expuesta a adquirir el virus”.
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Mito: Solo las personas de la comunidad LGBTQ+ deberían hacerse la prueba del VIH Realidad: “La educación es básica y me refiero a una educación comunitaria. Es importante que la gente hable con sus amigos sobre temas como las ITS. En la medida en que nosotros podamos hablar dejando a un lado los prejuicios y los estigmas, fomentaremos el cuidado colectivo. Conocer nuestro estatus permite interrumpir la cadena de transmisión del VIH y de otras ITS. Todas las personas que tenemos una vida sexual activa deberíamos hacernos la prueba por lo menos una vez al año, idealmente dos veces al año”.
El Inspira Fest 2020 incluye distintas actividades en línea para sensibilizar respecto al VIH. (Cortesía)
Mito: Todas las personas que han adquirido VIH pueden transmitir el virus Realidad: “Cuando una persona que vive con VIH toma el tratamiento de antirretrovirales de manera frecuente y constante, los medicamentos suprimen la réplica del virus. Esto hace que el virus esté en cantidades tan bajas que, incluso teniendo relaciones sexuales sin condón, no puede haber transmisión del VIH. Esto quiere decir que indetectable es lo mismo que intransmisible. En otras palabras, una persona en estas condiciones no puede transmitir el virus. Esto nos da la autonomía de ejercer nuestra sexualidad, pues de este modo podemos cuidarnos y cuidar a las otras personas.
Mito: Nuestra vida sexual es algo que no tiene ningún impacto en la comunidad Realidad: “Es importante reflexionar acerca de nuestras prácticas sexuales y politizarlas. Cuando empezamos a darnos cuenta de que hay algo más allá de lo que se conoce en términos de relaciones humanas, vamos a salir de la esfera del individualismo y podremos generar comunidades o redes de apoyo en las que se pueda hablar de salud sexual, autocuidado, salud mental que son temas que han estado reprimidos durante mucho tiempo. Si desmantelamos ese sistema que mantiene oprimida a la sexualidad, nos daremos cuenta de que el ejercicio de la misma conlleva mucha responsabilidad, conocimiento y, al mismo tiempo, acciones de autocuidado”.
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Cardín Pastelería lanzó una galleta de edición especial y donará las ganancias derivadas de sus ventas a Inspira. (Cortesía)
Si deseas informarte más acerca de estos temas, te invitamos a revisar el programa del Inspira Fest 2020. Todos los jueves y viernes –hasta el próximo 12 de diciembre– se organizarán distintas actividades educativas y de sensibilización en línea que buscan normalizar el tema del VIH, así como difundir el acceso a información, insumos y servicios para la prevención, detección y atención del VIH y otras infecciones de transmisión sexual. También puedes apoyar el trabajo de Inspira comprando las galletas conmemorativas del Día Mundial de la Lucha contra el Sida de Cardín Pastelería, cuyas ganancias serán donadas a la campaña #SácateLaDuda de Inspira.
