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Cómo ayudar al medio ambiente después de la pandemia de coronavirus

Los efectos del confinamiento en el medio ambiente han demostrado que sí es posible tener un aire más limpio, por lo que esta crisis puede ser una oportunidad para vislumbrar un futuro mejor.
vie 05 junio 2020 06:00 AM
cascadas
Cascadas de Puente de Dios en San Luis Potosí

El cuidado al medio ambiente ha logrado captar la atención de gran parte de la población a nivel mundial. Para bien o para mal, esta preocupación se da en un punto en el que es cada vez más complicado llegar a un punto de retroceso en una crisis climática que se pone cada vez peor.

En medio de la pandemia desatada a nivel mundial por el COVID-19, muchas personas se vieron en la necesidad de aislarse en sus casas, dándole así, la oportunidad a la naturaleza de darse un respiro de la intensa actividad humana a la que es sometida cada día, aunque, con los daños colaterales que implica para una economía habituada a quizá, explotar más de lo necesario.

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"El costo humano del coronavirus ha sido devastador, y las llamadas medidas de bloqueo han dado un vuelco a la vida normal, pero la crisis puede ser una oportunidad para un futuro mejor", consideró recientemente el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Gebreyesus.

“La pandemia nos ha dado una idea de cómo podría ser nuestro mundo si tomáramos los audaces pasos necesarios para frenar el cambio climático y la contaminación".
Tedros Adhanom Gebreyesus

Este viernes se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, una celebración que ha logrado llegar más allá de una declaración firmada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1973, la cual trata de motivar a las personas y comunidades para que opten por un desarrollo sustentable y logren un cambio de actitud hacia temas ambientales.

La ONU, en colaboración con millones de profesionales de la salud a nivel mundial, emitieron un manifiesto dirigido a los líderes de cada una de las naciones del G20, pidiendo una recuperación saludable y verde del COVID-19.

Estas son algunas de sus recomendaciones:

1. Proteger la fuente de la salud humana: la naturaleza

El ser humano depende por completo del medio ambiente natural, el cual, es la fuente de todo; desde el aire y el agua, hasta los alimentos, sin embargo, llevar su explotación al extremo, es contraproducente para la salud humana, y un claro ejemplo ha sido el COVID-19.

"Las presiones humanas, desde la deforestación, hasta las prácticas agrícolas intensivas y contaminantes y el manejo inseguro y el consumo de vida silvestre, socavan estos servicios", dice la ONU.

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El organismo considera que, más allá de prevenir futuras pandemias, la solución está en disminuir nuestro impacto en el medio ambiente.

2. Optar por fuentes de energía limpias

Según la ONU, varios de los países que fueron los primeros y más afectados por COVID-19, como Italia y España, y los que tuvieron más éxito en el control de la enfermedad, como Corea del Sur y Nueva Zelanda, han puesto el desarrollo verde junto con la salud en el corazón de sus estrategias de recuperación de COVID-19.

Además, las fuentes de energía renovable son más baratas, confiables y proporcionan trabajos más numerosos, seguros y mejor pagados, necesarios en una época de crisis.

3. Optar por una alimentación sustentable

Sin duda, la alimentación es todo un ciclo que implica desde la salud de las personas, hasta la del medio ambiente.

Las enfermedades causadas por la falta de acceso a los alimentos o por el consumo de dietas poco saludables y altas en calorías son ahora la principal causa de problemas de salud a nivel mundial. También aumentan la vulnerabilidad a otros riesgos: afecciones como la obesidad y la diabetes se encuentran entre los principales factores de riesgo de enfermedad y muerte por COVID-19.

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Además, la agricultura, particularmente la destrucción de tierras para criar ganado contribuye aproximadamente un cuarto de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, y el cambio en el uso de la tierra es el principal impulsor ambiental de los nuevos brotes de enfermedades.

4. No financiar la contaminación

Además de pérdidas humanas, la crisis del COVID-19 también desató pérdidas económicas, por lo que los gobiernos deberán implementar medidas financieras y la ONU considera un buen avance dejar de subsidiar combustibles fósiles.

"A nivel mundial, se gastan aproximadamente 400,000 millones de dólares anualmente del dinero de los contribuyentes para subsidiar estos combustibles, que además están impulsando el cambio climático y causando contaminación del aire", dice la ONU.

Este gasto, según el organismo, supera el medio billón de dólares por año, "más de lo que todos los gobiernos de todo el mundo gastan en atención médica".

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