Los zorros rojos que habitan ciudades británicas como Londres y Edimburgo están más cerca de convertirse en animales domésticos, ya que desarrollan cambios fisiológicos para adaptarse mejor al entorno urbano.
Así lo ha señalado un estudio de la Universidad de Glasgow (Escocia) publicado este miércoles, que aunque precisó que los zorros no han iniciado todavía el camino para la domesticación, sí han adaptado sus características físicas del mismo modo en que lo hicieron los perros y los gatos al convertirse en mascotas.