Cada 5 de junio, desde 1973, se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, pero este año es diferente. Llegamos al sexto mes del 2020, pero hemos pasado la mitad de este tiempo encerrados, intentando controlar la epidemia del coronavirus. Este esfuerzo ha traído cambios positivos en la naturaleza que nos rodea: el aire ha estado más limpio, los animales han paseado en libertad y se ha abierto un debate global sobre el comercio y consumo de animales salvajes.
Pero estas buenas noticias no deben eclipsar todo el trabajo que queda por hacer para proteger al medio ambiente. En los últimos años, a pesar de todas las advertencias, la explotación del planeta ha aumentado exponencialmente, y las acciones para frenarlo han sido insuficientes. Hoy, además del calentamiento global, la contaminación atmosférica, la deforestación y la concentración de plástico en el mar, existen otras causas urgentes que debemos conocer, compartir y apoyar.