¿Tomar una copa de vino es bueno para la salud? Esto opina la ciencia

No hay mejor pretexto que tomar vino para cuidar el corazón, pero, ¿realmente es válido?
No te sientas culpable por la ocasional copa de vino; pordías estar haciendo algo bueno por tu cuerpo.

El internet está repleto de "información que cura", pequeños fragmentos de investigaciones médicas que nos dan toda clase de licencias: comer chocolate para bajar de peso, tomar té verde para rejuvenecer la piel, tomar café para proteger el corazón, una manzana al día para nunca tener que ir al doctor... y entre todos estos preceptos de la salud se encuentra nuestro favorito: tomar una copa de vino para tener un corazón sano. Sin embargo, ¿qué tan cierto es esto?

Esto es lo que tiene que decir la ciencia.

Beneficios del vino

Empecemos por lo básico. Si el vino ha resaltado por sus propiedades saludables, no es sólo por su capacidad infalible de hacernos olvidar nuestros problemas.

La magia –médica– del vino radica en que esta bebida es rica en antioxidantes, las sustancia encargadas de combatir los daños que causan la inflamación y el estrés oxidativo, que ocurre cuando hay un desequilibrio entre antioxidantes y radicales libres. Entonces, tomar vino –en especial tino– incrementa los niveles de antioxidantes en la sangre, lo que a su vez minimiza el riesgo de enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer.

¿Quieres esos beneficios? Según un estudio publicado en la US National Library of Medicine , tomar 400 ml de vino al día genera un aumento evidente de antioxidantes en el cuerpo. Difícilmente encontrarás otra forma más divertida de darle este beneficio a tu cuerpo.

Otra cosa que hace maravilloso al vino son sus compuestos antiinflamatorios. Recordemos una de las lecciones más importantes que nos ha dado tanto la medicina como el mundo del wellness: la inflamación celular causa daños al corazón, enfermedades autoinmunes e incluso ciertos tipos de cáncer. ¿Cómo se combate esta situación? Los médicos sugieren dieta, ejercicio y procurando momentos de relajación en tu vida diaria. Esto último suena mucho a una copa de vino.

¿Quieres los beneficios antiinflamatorios que el vino tiene para ti? Según un estudio , el vino hace que el cuerpo tenga una respuesta reducida ante la inflamación. De 4,461 participantes que estuvieron documentando su consumo de lacohol, se concluyó que aquellos que consumían 40 gramos al día, experimentaban menos inflamación que los no bebedores. Sin embargo, el efecto fue menos notrorio en los pacientes que habían consumido vino tinto, en comparación con otros tipos de bebidas alcohólicas.

El lado oscuro

Sin embargo, nada de esto es una invitación abierta a que el vino se convierta en tu mejor amigo. Quizás sobre explicar los riesgos a la salud que provoca el alcohol. El alcohol en cantidades excesivas (por "excesivo" entendamos 150 ml en mujeres y 300 en hombres) puede causar cáncer, diabetes, enfermedades del corazón, hígado y páncreas. Y aquí una mala noticia: si comes mal, los beneficios de una buena copa de vino no servirán de nada.

Otra desventaja está en el color de tus dientes. Basta con tirar un poco de vino en una superficie blanca para darse cuenta de lo obvio: el vino mancha. Tomar vino tinto, por ejemplo, no sólo ensucia los dientes al momento, sino que a largo plazo los opaca. A esto sumemos la acidez del vino. Esta daña el esmalte de los dientes, por lo que estos se hacen más propensos a ensuciarse.

Otra área de riesgo es el peso. El vino podrá ser bueno para la desinflamación celular, pero no la de tu estómago. Tomar vino todos los días hace que bajar de peso sea más difícil, pues se considera que contiene calorías "vacías", que no ofrecen beneficios al cuerpo. Además, el cuerpo usa el vino como combustible antes de quemar lípidos y glucosa. Como consecuencia, estos se asientan en el cuerpo en forma de grasa. Entonces, si consideramos que una copa de vino tiene aproximadamente 125 calorías –casi las mismas que debería tener un tentempié–, tomar una copa de vino al día te suma 875 calorías a la semana.