Desde esa primera vez, hasta hoy en día, con pandemia y toda la cosa, nunca me ha fallado. Tan se ha vuelto un clásico de su menú, que han tenido que hacer hasta promociones limitadas para que la burger sea un gancho para regresar a comer in situ en el local de Av. Revolución. Y, pues, ¿qué tiene ésta hamburguesa que la hace tan especial? Sabor. Sabor y sabor. Carretonadas de sabor. Primero, todo viene en sus 200 gramos de Carne Angus. Sí. No es para principiantes: es un manjar grande. Sobre el pattie de carne hay una generosa porción de short rib estofado que apuntala el ya firme y complejo sabor de la carne de abajo. Sobre el short rib, queso de oveja –sabor fuerte y franco– y hongos salteados. Ufff. Babeo sólo de recordar ésto mientras escribo. Para los que además necesitan un poco de verde, abajo del pattie de carne, una porción de jitomate y arúgula. Todo es soportado, abrazado y cobijado por un bollo hecho ahí mismo que perfectamente aguanta el embate de éste delicioso monstruo que es como una bomba de sabor.
En realidad no habría más que decir. El platillo, en verdad, habla por si sólo y a veces a mi hasta me faltan las palabras. Pero si tengo que añadir que es un verdadero logro de hamburguesa. Es, quizás, junto con la Hamburguesa de The Palm, la mejor burger de Señor (también con S mayúscula) que uno puede comerse en ésta Ciudad y muy probablemente en este país. La complejidad de sabor que genera el diálogo entre la carne molida y el short rib es de ensueño – la única observación que yo podría tener, pero es más de gusto propio que nada, es que el pattie podría estar un poquito más cocido que el medio al que se sirve. Pecatta minuta que ni añade ni resta al sabor. Créame usted, querido lector, que cuando le hinca el diente a ésta burger, la explosión y dicha son inmediatos. Sabor por todos lados. No sabía yo que me gustaba tanto el queso de Oveja hasta que lo probé aquí. No era yo muy fan de la burger con hongos, pero con estos hasta pido más. En fin. Todo en ésta hamburguesa está perfectamente logrado y puesto en un lugar ideal y prácticamente perfecto.