Los abogados de Sean Diddy Combs buscan que el productor salga de prisión antes de su s entencia programada para el próximo 3 de octubre. El equipo del magnate de hip-hop solicitaron al juez que supervisó su juicio por delitos sexuales que su cliente sea liberado tras pagar una fianza de 50 millones de dólares.
Abogados de P Diddy piden que sea liberado bajo fianza antes de su sentencia

El productor fue declarado inocente de los cargos más graves que enfrentaba y culpable por los cargos relacionados con prostitución.
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En un escrito presentado ante un tribunal, Marc Agnifilo, abogado defensor de Sean Combs, dijo que las condiciones en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, donde permanece encerrado, son peligrosas y afirmó que en el pasado, las personas acusadas de delitos similares a los de Combs solían ser puestos en libertad antes de su sentencia.
“Hay circunstancias excepcionales que garantizan una excepción a la detención y garantizan la liberación de Sean Combs”, escribió el abogado en la solicitud de 12 páginas presentada al juez y agregó que su cliente “no debería estar en la cárcel por esta conducta”.
Según Agnifilo, mantener en prisión a P Diddy es un caso “único en la historia del Mann Act”, una ley federal que prohíbe el transporte interestatal o internacional de personas para ejercer la prostitución.
Durante el juicio, la fiscalía aseguró que el magnate utilizó su poder e influencia para que, ayudado por su personal, dos de sus exparejas fueran obligadas a participar en las freak offs, fiestas sexuales coordinados con uso de drogas y contratación de trabajadores sexuales.
Ante la solicitud de la defensa de Combs, la Fiscalía de Manhattan declinó hacer algún comentario.
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El juicio de seis semanas de Puff Daddy, de 55 años, terminó el 2 de julio cuando fue declarado inocente de tráfico sexual y conspiración para extorsionar, cargos graves que pudieron llevaro a cadena perpetua; y fue declarado de transporte para ejercer la prostitución, cargo menor que conlleva una pena máxima de 10 años.
A lo largo del proceso, los fiscales aseguraban que el fundador de Bad Boy Records utilizó la violencia física, económica, psicológica y sexual, así como los recursos de su imperio empresarial para coaccionar a sus exparejas a participar en espectáculos sexuales.