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Superliga Europea, el futbol mundial podría cambiar para siempre

La unión de varios clubes multimillonarios en Europa ya cimienta la creación de una nueva competencia. UEFA y FIFA pelearán hasta la última instancia.
lun 19 abril 2021 10:58 AM
FC Barcelona v Juventus: Group G - UEFA Champions League
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El futbol europeo podría comenzar una era totalmente distinta a la que conocemos. Una nueva competencia intercontinental, alejada de la FIFA y la UEFA, se convertiría en el primer antecedente de su tipo. Esta competencia se haría realidad gracias a la unión de varios equipos millonarios, siempre protagonistas en sus ligas domésticas y con las nóminas más elevadas, una unión incómoda para los órganos que regulan el futbol en el planeta y que planean evitar a toda costa el desarrollo de la idea. Confrontación asegurada, una disputa que podría cambiar el futbol para siempre.

La concentración de riqueza en ciertos clubes (impulsada principalmente por los contratos de derechos de transmisión), las condiciones económicas que les permiten solo a unos cuantos equipos europeos gozar de bonos extraordinarios, de sostener plantillas costosísimas y por ende controlar sus ligas domésticas casi a merced (Bayern Múnich en Alemania, Barcelona y Real Madrid en España, Manchester United y Liverpool en Inglaterra o la Juventus en Italia), podría resultar en la creación de esta Supeliga, un proyecto ambicioso y con la única idea de ofrecer mayor espectáculo al aficionado, no mejorar las condiciones de las competencias actuales ni favorecer la competitividad, solo el entretenimiento.

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Y es que claro, ver un Juventus vs. Barcelona cada 15 días, o un Real Madrid vs. Manchester United, suena más vistoso que un Tottenham vs. Crystal Palace, o un Levante vs. Real Madrid, pero a quién beneficia realmente una Superliga a largo y mediano plazo, si no sólo a los clubes.

Esta iniciativa, principalmente impulsada por Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, comenzó a dejar atrás su estatus de deseo, después del comunicado que lanzaron sus clubes fundadores, este domingo 18 de abril:

“Juventus Football Club S.p.A. anuncia que llegó a un acuerdo con otros clubes europeos top, Associazione Calcio Milan S.p.A., Arsenal Holdings Limited, Club Atlético de Madrid S.A.D., Chelsea Football Club Limited, Football Club Barcelona, F.C. Internazionale Milano S.p.A., The Liverpool Football Club and Athletic Grounds Limited, Manchester City Football Club Limited, Manchester United Football Club Limited, Real Madrid Club de Futbol y Tottenham Hotspur Limited, con el propósito de crear una nueva competencia europea, la Super League. Los clubes acordaron unirse a la Super League de forma permanente. Además, otros clubes top de Europa se unirán a este proyecto, que reunirá 15 miembros fundadores que se complementarán cada año con más clubes admitidos luego de un proceso, resultando en total 20 equipos”, se lee en un comunicado emitido por la Vecchia Signora del Calcio.

Los clubes fundadores gozarán de la gobernabilidad de la Superliga, y pretenden que, una vez puesto en marcha el campeonato varonil, también una Superliga femenil nacerá. El formato para la primera campaña insiste en que cada equipo seguirá participando en sus ligas domésticas, que los partidos se realizarán entre semana, que la temporada inaugural comenzará en agosto y que la ideaes responder a los deseos de los aficionados…El futbol es el único deporte global en el mundo con más de 4 mil millones de seguidores. Es nuestra responsabilidad como grandes clubes”, en palabras de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, quien ocupará el mismo cargo en la Superliga y quien es uno de los principales promotores de esta competición.

La respuesta de la UEFA, la confederación de Europa en la FIFA, no se hizo esperar. Las consecuencias podrían ser mayúsculas y la confrontación podría llegar hasta el plano legal.

“La UEFA, la Asociación de Futbol Inglesa y la Premier League, la Real Federación Española de Futbol y La Liga, la Federación Italiana de Futbol y la Serie A están al tanto de que algunos clubes ingleses, españoles e italianos planean anunciar la creación de una liga cerrada, llamada Super Liga. Si esto ocurre, queremos reiterar que todas las instituciones mencionadas, así como la FIFA y todos sus miembros asociados, permaneceremos unidos en los esfuerzos para detener este cínico proyecto, que sólo está fundamentado en los intereses personales de algunos clubes, al tiempo que la sociedad necesita más unidad que nunca”, dicta el comunicado de la UEFA .

Esta postura ya había sido anunciada. En enero de este año, la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), máxima institución rectora del futbol profesional, lanzó un comunicado en el cual se especificaron las sanciones antes repasadas: ni la FIFA ni sus seis federaciones reconocerán una Superliga y aquellos clubes involucrados serán vetados de sus ligas domésticas, de las competencias europeas oficiales (Champions League y Europa League) y los jugadores que formen parte de este nuevo proyecto se quedarán sin la posibilidad de representar a sus países de origen en cualquier competencia internacional. Mano dura contra lo que, para sus ojos, es una especie de traición.

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Todos los clubes fundadores de esta Superliga han levantado por lo menos un título continental en Europa, por lo que su imagen, estatus o posición en el ecosistema actual del futbol europeo se construyó gracias a esas victorias, mismas que los han consolidado en los torneos locales y que los catapultaron como íconos de la Champions League, un torneo que no parece ser suficiente para sus ambiciones y pretensiones.

20 equipos, divididos en dos grupos, comenzarán este torneo en el siguiente verano, o así lo estipula el calendario de los clubes fundadores de la Superliga, una agenda que quizá nunca se cumpla o que cambiará para siempre el futbol como lo conocemos. La disputa -incluso legal- que está por librarse en Europa, puede traer consecuencias inesperadas por aficionados, clubes y órganos rectores.

“Los principios universales del mérito deportivo, la solidaridad, los ascensos y descensos, y la subsidiariedad son la base de la pirámide futbolística que garantiza el éxito global del fútbol y, por ende, están consagrados en los estatutos de la FIFA y las confederaciones. El futbol goza de una larga y exitosa historia gracias a estos principios. La participación en las competiciones mundiales y continentales siempre se debe ganar en el terreno de juego”, acotó la FIFA en aquel boletín de enero, un prólogo amenazante que no hizo ni cosquillas a la unión de clubes que ya cimienta la competencia nueva.

La Superliga de Europa también llevó a otro margen la discusión del nuevo esquema que pretenden darle a la Champions League: a partir del año 2024, la máxima competición a nivel de clubes recibirá a 36 equipos (actualmente son 32) y contempla un nuevo modelo de gobernanza, todavía no definido, que resultaría más atractivo para los clubes que, de forma simultánea, impulsan la creación de la Superliga, esto como medida de presión para obtener nuevas y mejores condiciones en la Champions.

Muchos pasteles y todos los interesados formados detrás de ellos, con un enorme cuchillo. La Superliga europea podría cambiar el esquema del futbol tal y como lo conocemos. Sus consecuencias, sean negativas o positivas, podrían convertirse en un nuevo paradigma dentro de la industria futbolística, sin duda el mercado deportivo más grande en la historia de la humanidad.

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