Crabtree-Ireland destacó por ejemplo el surgimiento de pequeñas compañías que ofrecen los tests a producciones que no pueden costear hacerlas y tercerizan el servicio.
Entre tanto, los productores se han vuelto creativos en cuanto a las locaciones, ya que en zonas públicas concurridas no es factible filmar, dijo el presidente de FilmLA, Paul Audley.
"Los guionistas son muy inteligentes, por lo que sabemos que algunos de los programas los están ambientando en zonas más aisladas, como una zona industrial", dijo.
También está quien ha decidido filmar sin ningún tipo de permiso.
"La queja número uno que hemos recibido es por filmaciones ilegales", dijo Audley, agregando que los residentes de Los Ángeles, cautelosos ante el coronavirus, están más atentos que nunca a los rodajes clandestinos.
Con todo y a pesar del crecimiento de otros centros de filmación como el estado de Georgia -donde el magnate Tyler Perry estableció un "campus" de producción autónomo de 133 hectáreas- muchos cineastas parecen decididos a permanecer en Los Ángeles.
La capital del cine cuenta con una abundancia de servicios de apoyo, como seis compañías dedicadas al reciclaje de sets de películas y manejo de basura, dijo Audley.
"Nuestros miembros prefieren trabajar cerca de casa, y creo que especialmente en tiempos de incertidumbre como éste, se sienten más cómodos acá", dijo Crabtree-Ireland.