Muchos de sus más feroces críticos han virado su posición y, a lo largo de la NFL, jugadores que hasta ahora preferían no abordar cuestiones políticas anuncian su intención de poner la rodilla en el césped en cuanto comience la próxima temporada.
Desde la cúspide de la liga más popular de Estados Unidos, el comisionado Roger Goodell animó a los equipos a darle a Kaepernick una oportunidad de volver a jugar y reconoció que la liga se equivocó ignorando durante años las protestas de sus jugadores contra el racismo.
Incluso el presidente Donald Trump, que una vez dijo que Kaepernick debería "encontrar un país que sea mejor para él" e insultó y pidió el despido de los jugadores que hincaban la rodilla, ahora cree que el mariscal de campo debería "absolutamente" poder regresar a la NFL si mantiene el nivel necesario.
La gran pregunta ahora es si Kaepernick recibirá esa oportunidad por parte de alguna de las 32 franquicias, pero también si está interesado en ella.
Pese al creciente apoyo, el regreso del jugador puede no ser una tarea sencilla. Kaepernick, de 32 años, no ha jugado un minuto en la NFL desde el 1 de enero de 2017; volver a la élite de este deporte tras casi cuatro años de ausencia sería un logro sin apenas precedentes.