Los apostantes habituales tienen también que buscar nuevos horizontes. "El BATE Borisov es el Barça del confinamiento", fue una de las fórmulas que utilizó el operador 'Parions Sport' para promocionar las apuestas sobre la liga de Bielorrusia, una de las pocas en activo desde marzo en todo el mundo.
"Bielorrusia es complicada, no conocemos demasiado las alineaciones o los jugadores lesionados", sonríe en declaraciones a la AFP Hervé Cohen, de 38 años, un especialista en Winamax (web de apuestas francesa). "Pero visto que había ya cuatro o cinco jornadas ya disputadas, me dije que podía estar bien intentarlo", apuntó.
Adrenalina
Acostumbrado a apostar "grandes sumas" únicamente en las cinco grandes ligas europeas (Francia, Inglaterra, Alemania, Italia y España), este experto contable invirtió únicamente 15 euros a favor de los buenos resultados del Neman Grodno o del FC Minsk. Obtuvo 470 euros de ganancia.
"He visto a muchos apostantes que comienzan ahora a hablar de Corea del Sur. Es gracioso porque antes de la crisis está claro que nunca hubiéramos tenido la idea de ir más lejos que la liga brasileña", añade.
Intento compensar con otra cosa para que mi cerebro no se olvide de la droga del fútbol.
Para los otros enamorados del buen futbol, los que priman ante todo la calidad del espectáculo, quedan las repeticiones de partidos de leyenda en las cadenas deportivas clásicas, privadas ahora de contenidos en directo.
"Hago un listado de los mejores partidos de la Liga de Campeones en los treinta últimos años y me encontré con el Nantes-Juventus de 1996 (3-2 en la vuelta de semifinales). ¡Ni sabía que el Nantes había hecho un partido así en (el estadio de) La Beaujouire!", cuenta Thibault, un francés de 31 años que se encuentra en paro parcial por esta crisis sanitaria.
Ha visto más de una veintena de partidos legendarios desde el inicio del confinamiento. "Nada puede reemplazar la adrenalina de un partido de verdad, pero intento compensar con otra cosa para que mi cerebro no se olvide de la droga del fútbol".