¿Primer caballero o Primer Damo?
Tiene 69 años, fue el 42º presidente de Estados Unidos y el primer demócrata reelegido en el cargo, ha sido de los presidentes con mayor aceptación de la población, entre 1993 a 2001 el 76% de los estadounidenses apoyaban su mandato, pero además, William “Bill” Jefferson Clinton podría estar sumando a su currículum el título de “Primer Caballero”, siendo así el primer hombre en ocupar un cargo que en toda la historia del país del norte de América ha sido desempeñado por mujeres.
El cargo de “Primera Dama” no es oficial en el gobierno estadounidense, no existe ninguna norma que establezca que el presidente deba tener pareja. En el siglo pasado, este cargo era una mera competencia del rol de la mujer en la vida de los hombres, una obligación sin salario que instaba a las primeras damas a ser encantadoras y excelentes anfitrionas, aptas para la cocina y para la decoración del hogar, líderes del área doméstica de la casa; sin embargo en las últimas gestiones las primeras damas se envolvieron en asuntos de interés público, asumiendo un rol cercano a las causas sociales.
Pero a Bill Clinton le corre la política por las venas, es un pilar en la carrera de Hillary, y ser pionero en un cargo que a esas esferas políticas dentro del país no se había desempeñado nunca, pone en expectativa a la nación entera.
El cargo per se ha sido desempeñado a niveles inferiores de gobierno por seis esposos de gobernadoras de diversos estados del país, tres republicanas y tres demócratas. Hay quienes como el de New Hampshire y Carolina del Sur, atienden la mansión oficial, mientras Chuck Franco el primer caballero de Nuevo México se dedica a cuidar la vivienda no oficial del matrimonio o bien, como Wade Christensen de Oklahoma que ha publicado libros a título de primer caballero.
No existe un manual para ser “Primera Dama”, mucho menos para ser “Primer Caballero”. Hillary se ha pronunciado por aprovechar los conocimientos de su marido en materia económica durante su posible mandato, convirtiéndolo en un asesor. Asimismo, ha dejado en claro que ella hará mano de su experiencia de “Primera Dama” y asumirá cuestiones del hogar. En tanto que Bill anunció en agosto pasado que si su mujer es electa reducirá su trabajo en la Fundación Clinton y evitará la búsqueda de fondos de manera personal.
“Dos por el precio de uno”, diría Bill en las elecciones que lo llevaron a la presidencia hace 24 años, se refería a su esposa y sus capacidades políticas. La frase podría replicarse en las próximas horas de este 2016.
