Navegando con Hannah Mills: la medallista busca unir a más mujeres a la regata

acelerar el desarrollo de jóvenes y mujeres regatistas. Mills es también embajadora de SailGP de desarrollo sostenible y embajadora de sostenibilidad del Comité Olímpico Internacional (COI). Es cofundadora de Athletes of the World, que lucha por un impacto positivo en el cambio climático.

En reconocimiento a sus logros, Mills ha sido nombrada dos veces mejor regatistas del mundo en los Rolex World Sailor of the Year 2016 y 2021 y, desde 2022, es parte de los Testimoniales Rolex que, en sus palabras “es inspirador” pues es un reconocimiento a su labor “como atleta, defensora de la mujer y la sostenibilidad y, como alguien que una marca tan emblemática como Rolex quiere que forme parte de su familia, es un gran honor”.

En entrevista con Life and Style, la regatista habla sobre lo que significa ser considerada una mujer poderosa y modelo a seguir, así como quiénes la inspiraron a dedicarse al deporte.

Hannah Mills: abriendo caminos a mujeres en el deporte internacional

Mercedes Gleitze (la nadadora que cruzó el Canal de la Mancha) se convirtió en la primera Testimonial de Rolex en 1927. Casi 100 años después, eres la última de una larga lista de mujeres destacadas que se han unido a la familia. ¿Qué importancia tiene para las jóvenes tener buenos modelos?

No basta con ser excepcional en el deporte que se practica. Hay que entender la responsabilidad que conlleva, sobre todo la importancia de inspirar a los jóvenes. Todos necesitamos que algo o alguien nos inspire para alcanzar nuestro potencial.

Es increíblemente poderoso para las jóvenes y las mujeres tener a alguien a quien admirar. Dentro de la familia Rolex, me siento atraída por la bióloga marina Sylvia Earle, a quien conocí en un evento SailGP en San Francisco. Sus logros me inspiran enormemente.

¿Cómo fue tu camino para llegar a la cima del deporte que te apasiona y quiénes te inspiraron para lograrlo?

De niña siempre fui muy competitiva y al principio quería ser tenista. Ese fue mi deporte hasta los ocho años. Me dolían las rodillas y, por casualidad, en unas vacaciones familiares me dio por navegar y me enamoré de la libertad del océano y de la independencia.

Empecé a cogerle el gusto a la vela y a navegar más y más, hasta que acabé compitiendo. A los 11 años, estaba en una competición de vela cuando Ben Ainslie vino a hablarnos tras haber ganado su primera medalla en los Juegos Olímpicos de Atlanta (1996). Esa fue la primera vez que me di cuenta de que la vela estaba en los Juegos Olímpicos, y desde entonces eso era todo lo que quería hacer: ir a las Olimpiadas en un barco de vela y ganar una medalla de oro para mi país.

A lo largo de la carrera es importante tener mentores. Cuando empecé en un embalse local, dos mujeres dirigían el centro de vela. Tenían energía y entusiasmo, y hacían que el deporte fuera divertido. Muchos de mis amigos de entonces siguen practicando este deporte, y estoy seguro de que se debe al entusiasmo contagioso de aquellas mujeres.

Cuando entré en el mundo de las regatas, varios entrenadores entraron en mi vida y me enseñaron cosas diferentes sobre cómo ser mejor competidora en distintas situaciones.

Coges lo mejor de cada uno, pero para mí, Joe Glanfield, que fue mi entrenador en los tres Juegos Olímpicos, ha sido el que más tiempo ha estado ahí. Influyó mucho en mi decisión de dejar la universidad e ir a por todas a los Juegos Olímpicos de Londres. Desde entonces, me ha ayudado como persona y como atleta, en mi forma de enfocar las regatas y la competición. Me inculcó un enfoque muy mesurado que me sirvió en mi carrera olímpica.

Mirando atrás, puedo ver todas estas influencias en mi vida, estas personas que me inspiraron de diferentes maneras. Me doy cuenta de que yo puedo tener el mismo impacto en otra persona, lo cual es una posición privilegiada.

¿Cuáles son los momentos más memorables de tu carrera?

La clasificación para los Juegos Olímpicos de Londres fue enorme. Tuvimos que luchar mucho para que nos seleccionaran, e ir a unos Juegos en casa es enorme.

El siguiente momento crucial para mí fue el tiempo que pasé en Río y la preparación de los Juegos Olímpicos, viendo los daños causados por la contaminación y los residuos plásticos. Eso cambió mi trayectoria hacia la sostenibilidad.

Pero Tokio fue mi mejor actuación como atleta, como regatista. Lo recuerdo como mi momento de mayor orgullo.

En 2023, Rolex celebró 65 años de su asociación con la vela. ¿Consideras que esta relación ha sido positiva para el deporte?

Creo que la implicación a largo plazo de Rolex en la vela es brillante para el deporte. La longevidad de cualquier asociación demuestra autenticidad y una verdadera relación que va más allá de cualquier objetivo comercial. Rolex es una marca excepcionalmente creíble e inspiradora. Asociarse durante un periodo tan largo a un deporte como la vela tiene un valor incalculable.

¿Cuáles son tus objetivos deportivos en este momento de tu vida?

Dentro de la vela, mi prioridad es impulsar las oportunidades para las mujeres, especialmente en la vela profesional, en SailGP y en la America's Cup, a través del Athena Pathway.

Quiero que las jóvenes vean todas las oportunidades que ofrece este deporte y que quieran seguir practicándolo, ya que les ofrece mucho en términos de independencia y confianza.

¿Y fuera del deporte?

Mi principal prioridad es mi hija, ser la mejor madre posible e inspirarla para que desarrolle todo su potencial. Más allá de eso, mi prioridad es maximizar el potencial del deporte para provocar el cambio y acelerar la agenda del cambio climático.

El deporte ofrece una plataforma de comunicación fundamental para contribuir a este proceso.

¿Cuál es tu meta a corto plaza?

El año que tenemos por delante es muy completo: Desde el punto de vista de la vela de competición, ser la estratega de Great Britain SailGP Team en todas las regatas de SailGP. En otoño, me centraré en las campañas británicas para la edición inaugural de la Women’s America’s Cup y la defensa de la Youth America’s Cup.

Además de las regatas de SailGP, pondremos en marcha varios programas para Protect our Future, socio de sostenibilidad del Great Britain SailGP Team, que proporciona recursos de aprendizaje basados en la ciencia para dotar a los niños de 11 a 16 años de conocimientos y comprensión sobre cómo ayudar a proteger y restaurar los océanos para las generaciones venideras.

Participaré en la planificación y el desarrollo continuos del programa Women's Pathway, que es una parte muy importante de la oportunidad que ofrece SailGP. Mientras tanto, el Athena Pathway está en marcha.

La actividad en torno a la campaña de la Women’s America’s Cup se intensificará a finales de año. Para que este programa tenga éxito, no sólo necesitamos encontrar atletas para este ciclo de la Women's America's Cup, sino también personas que estén preparadas para comprometerse con la generación que viene detrás.

Este es un momento realmente gratificante, ya que identificamos a las próximas superestrellas. Ambos programas ofrecen una oportunidad increíble en el deporte para el presente y el futuro.

Aunque las distintas partes del año se centran en aspectos diferentes, creo que todas se complementan. Sea cual sea la actividad a la que me dedique, siempre estoy aprendiendo e inspirándome en alguna de mis otras misiones.

¿Cómo definirías tú la navegación y ser regatista?

La libertad, el contacto con la naturaleza y la posibilidad de dejarse llevar. Es un elemento del deporte que realmente te atrae de por vida, y ahora me recuerda a cuando crecí y aprendí a navegar.

La competición es completamente diferente: se trata de control y precisión, intensidad y trabajo en equipo.

¿Qué importancia tiene la intuición en el proceso de toma de decisiones durante una regata?

No cabe duda de que hay algo de intuición en el proceso de toma de decisiones. Sin embargo, a medida que se progresa como regatista, es probable que disminuya. Cuando empiezas a regatear, casi todo es intuición. Luego, poco a poco, aprendes más sobre el deporte, sobre el viento y las condiciones, los porcentajes, la asunción de riesgos y todas esas cosas que se combinan para hacerlo bien en una regata.

Aprendes a sopesar constantemente las opciones y a elegir la que, desde el punto de vista de las probabilidades, te coloque en el mejor lugar.

Por lo tanto, creo que hay una transición a medida que te haces mayor. Cuanto más compites y más navegas, más automático se vuelve el proceso de toma de decisiones. Cuando estás en un equipo, tienes que estar en la misma sintonía con quienquiera que sea tu interlocutor. Esto es especialmente cierto en SailGP, donde todos estamos en la misma sintonía. Se puede preparar mucho antes de la regata, hablando de las condiciones que se esperan, de cómo competir en esas condiciones de la mejor manera posible y del tipo de decisiones a las que te puedes enfrentar. Por ejemplo, una brisa estable en tierra frente a una brisa inestable en el mar requiere una toma de decisiones y unas decisiones tácticas ligeramente diferentes.

Al principio, la cantidad de datos disponibles en SailGP complica el proceso de toma de decisiones, porque hay muchos disponibles, las regatas se desarrollan muy rápido y las decisiones tienen que tomarse así. Es fácil distraerse o no centrarse en los datos adecuados en el momento oportuno. Me costó un tiempo adaptarme y acostumbrarme.

Ahora, sin embargo, es definitivamente un equilibrio entre usar los datos en el momento adecuado y usar las habilidades que has aprendido como regatista para competir todo lo que puedas sin depender de los datos.

¿Cómo afrontas el estrés y los nervios antes de una gran regata?

En lo que respecta al estrés y los nervios, siempre recurro a la preparación. La preparación alivia mucho el estrés y los nervios si confías en el proceso que has seguido y en que te has preparado bien.

La otra gran baza es la rutina, sobre todo en la vela olímpica, donde siempre se trataba de la rutina cuando llegaban los grandes acontecimientos. Al final, la rutina se convierte en algo automático, así que no tienes que pensar en ello, simplemente lo haces.

También saber cómo reaccionas como individuo es algo especialmente importante cuando trabajas en equipo. Es muy importante saber qué desencadena el estrés y los nervios, y cómo cambian tu forma de comunicarte o de responder a diferentes situaciones.

Una gran parte es el conocimiento de uno mismo. Una vez que eres consciente de cómo te cambia, tienes que poner las cosas en su lugar para que puedas seguir comunicándote de la manera correcta, para asegurarte de que el equipo sigue funcionando tan bien como puede.

Cualquier atleta de élite se esforzará por reducir al mínimo su rutina de preparación antes de una carrera. Con la experiencia, el objetivo de los entrenamientos es que el tiempo de preparación sea lo más corto posible para poder encenderlo así, porque no se puede controlar todo.

A veces tienes que hacer cosas, o alguien puede pedirte algo justo antes de salir a competir, así que cuanto más corta sea la rutina de meterte en la cabeza, mejor. Más posibilidades tendrás de rendir a un alto nivel día tras día.

¿Qué opinas de los avances que se están produciendo para ofrecer más oportunidades a mujeres regatistas?

Realmente, creo que los cambios en torno a SailGP y la America's Cup provocarán un cambio en la forma en que las jóvenes se acercan a este deporte. El hecho de que tanto SailGP como la America's Cup cuenten con sus propios programas destinados a atraer a más mujeres a este ámbito de la vela de élite es un gran paso.

Pertenezco a la primera generación que disfruta de esta oportunidad, pero todo depende de lo que venga después. ¿Qué pasará después de la America’s Cup? ¿Podrá SailGP impulsar a más mujeres para que ocupen diferentes puestos en el F50? Necesitamos un compromiso a largo plazo en torno a estos eventos para crear las vías para que las chicas de 12, 13, 14 años puedan decir dentro de 15 años, ‘esto es lo que quiero hacer’.

Esa es la siguiente parte importante. Y luego, el objetivo es que las mujeres compitan en la propia America's Cup, y eso debe formar parte del legado de esta primera Women’s America's Cup.

¿Cómo te gustaría ser recordada?

Creo que me gustaría que me recordaran como una persona compasiva, cariñosa y amable, pero también como alguien motivada y competitiva. También intento marcar la diferencia en los ámbitos del medioambiente y la inclusión de la forma más sencilla posible.

Por otro lado, me apasiona tratar de inspirar a otros atletas para que se apropien de ese espacio y ayuden a hacer un cambio mayor del que puedo hacer en solitario. Para mí es muy importante impulsar este cambio en nuestra forma de tratar el mundo y fomentar una mayor participación.

Con la generación más joven de hoy en día, y todos los retos que vemos en el mundo, a menudo hay poco espacio para mucho entusiasmo o esperanza sobre lo que nos depara el futuro. Es importante, aunque sea a nuestra manera, inspirar a la gente y animarla a creer que existe la oportunidad de mejorar las cosas.