“Sin México no habría logrado lo que he logrado”: entrevista con Prisca Awiti
En una charla con Life and Style, la judoca ganadora de la medalla de plata en París 2024 habla sobre viajes familiares, su desarrollo en México y el equipo que la ha impulsado a alcanzar sus metas.
Conocer a Prisca Awiti es conocer la cara de la felicidad reverberante, la sonrisa enorme que acompaña su semblante sereno y voz suave contagian una alegría que se desborda. Curiosamente, esa calma con la que se maneja comunica muchísimo. Conversar con ella es charlar también con una satisfacción única y peculiar: la de alcanzar una meta por la que se ha trabajado toda la vida en algo tan noble como el deporte.
En una charla con Life and Style, la judoca ganadora de la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París 2024 platica sobre los viajes familiares de Londres a Guanajuato, su desarrollo como deportista de alto rendimiento en México y cómo el equipo que la acompaña la ha impulsado a alcanzar sus metas.
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“Sin México no habría logrado lo que he logrado”
La máxima de Chabela Vargas de que “¡los mexicanos nacemos donde se nos da la gana!” se cumple a la perfección con Prisca: nacida en Londres, Inglaterra, de papá keniano y mamá mexicana, decidió competir por México en los Juegos Olímpicos.
Su infancia fue feliz y llena de juegos, con una emoción particular por visitar la tierra de su mamá Lola Alcaraz. “Cuando mi mamá nos decía ‘vamos a México’, nos emocionábamos desde el día que nos avisaba hasta que ya estábamos en el avión. Solo recuerdo tiempos felices, mi mamá es de una familia de 10, entonces tengo muchísimos primos y sabía que los iba a ver. Los meses que nos quedábamos eran de puro jugar”.
Sin México no habría logrado lo que he logrado. Fue muy importante llegar aquí y que el equipo a mi alrededor creyó en mi capacidad.
Prisca Awiti, judoca
Esa dinámica familiar tan latina se conserva todavía hoy y Prisca, que vive en Ciudad de México desde hace años, mantiene una estrecha relación con tíos y primos en León, Guanajuato. “Aunque podían pasar dos o tres años sin vernos, siempre nos trataban como si no hubiera pasado el tiempo ¿sabes? Como que vivíamos ahí, que era nuestra casa”, recuerda.
Los recuerdos felices, la calidez familiar y el impulso constante de sus papás y hermanos, hicieron que Prisca decidiera que México es el país a representar en competencias internacionales.
Aun sabiendo de las dificultades de los deportistas mexicanos y los apoyos económicos que reciben, es muy clara: “sin México no habría logrado lo que he logrado. Fue muy importante llegar aquí y que el equipo a mi alrededor creyó en mi capacidad”.
La fama súbita: una presión con la que ahora aprenderá a lidiar
A Prisca Awiti la fama le llegó de golpe a los 28 años. Ella lo sabe bien y entiende que ahora tendrá que manejar una presión diferente a la que estaba habituada.
“También creo que para lograr la medalla me ayudó que durante la preparación para los Juegos no todos los ojos estaban en mí hasta que ya estaba en semifinales y en un escenario tan grande. Hasta ese momento tuve los ojos de todo el país”, dice Prisca y comparte una reflexión que, se nota, lleva masticando durante los últimos días. “La única presión que sentía antes era la de mí misma y de mi equipo; ahora viene una etapa para prepararme para el siguiente ciclo y debo aprender a manejar esa presión y creo que deberé trabajar esa situación, será muy importante para lo que viene”.
Una plata olímpica implica que todo el mundo te va a estar viendo y es otro tipo de presión que nunca había tenido. Creo que trabajar esa situación va a ser muy importante para los próximos ciclos.
Prisca Awiti, judoca
Prisca Awiti y sus rituales previos a la competencia
Hay algo que la joven siempre hace antes de subirse al tatami: escuchar música. Rap y hip hop, para ser exactas.
De hecho, el 30 de julio, justo antes de ganar la medalla de plata, Prisca Awiti se puso los audífonos y puso la playlist que tiene preparada para las competencias y que incluye canciones de uno de sus hermanos.
“Escucho música, eso es sí o sí. El género que me gusta es rap, siento que me prende para salir a pelear. Tengo un playlist de competencia y mis hermanos hacen música”.
¿Y qué otro deporte le gusta además del judo? ¡El bádminton! Cuando visita a su familia en Londres, su papá y ella juegan bádminton juntos.
¿Y un recuerdo querido de la infancia?
"Cuando mi hermano compitió por primera vez en el Mundial de mayores para mí y mi familia fue muy emocionante: era uno de los más chicos de Gran Bretaña que había competido en un Mundial, tenía 19 años, y no fuimos a Brasil con el, pero lo vimos en la tele. Verlo era ¡wooow! Recuerdo a mi mamá, mi papá y mis hermanos viéndolo tan emocionados. Es algo que me trae mucha felicidad y mucho orgullo".