
Pero en otoño, a diferencia de lo que ocurre en primavera, la noche en Francia se extiende 13 horas, más de la mitad de la duración de la carrera. Si la noche en Le Mans es siempre una de las fases decisivas de la competencia, en 1968 iba a tener horas extra de emoción, aderezadas con lluvia.
Ese año, el rival más fuerte para Ford no era Ferrari, sino Porsche. Cuando la oscuridad cubrió la pista, dos Ford GT40 ya habían quedado fuera, y los dos Porsche que habían iniciado la carrera en primero y segundo lugar corrieron la misma suerte. El único sobreviviente de los coches americanos era el Ford GT40 pilotado por el mexicano Pedro Rodríguez y el italiano Lucien Bianchi. El domingo 29 de septiembre, a las 3 pm, cruzaron la meta en primera posición. Fue la penúltima carrera que Ford ganó en esa década. La automotriz estadounidense se retiró victoriosa en 1969 y el Ford GT pasaría a la historia como el modelo más potente jamás construido por la compañía del óvalo azul.

Medio siglo después, el superdeportivo ha sido actualizado con más potencia, características estándar adicionales y sutiles ajustes mecánicos inspirados en el GT MK II de pista de 2019. El GT 2020 conserva su motor V6 biturbo (Ecoboost) de 3.5 litros que ahora produce 660 hp, gracias a la adición de bobinas de encendido de mayor energía y un nuevo diseño de pistón que mejora el rendimiento en altas temperaturas.