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Charly Sinewan en el desierto de Altar y la Reserva del Pinacate

Charly Sinewan platica sobre sus aventuras al volante.
sáb 09 mayo 2020 11:19 AM
Charly Sinewan

Terminamos el capítulo anterior rebozándonos por el suelo en una terracería arenosa en la Reserva de la Biosfera del Pinacate, en el desierto de Altar, en el estado de Sonora. Por fortuna y, como suele pasar en caminos de tierra, sin daños que lamentar.

La caída me sirve para detenerme, apagar el motor y escuchar la nada. También para levantar la moto por primera vez en el día, pero me temo que no la última. Me esperan cerca de cien kilómetros por arena blanda, uno de los mayores enemigos en un viaje con una moto tan grande y con tanto equipaje.

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En la Reserva del Pinacate hay varios cráteres muy impresionantes a los que se puede acceder andando. Sin embargo, a pesar de ser una zona turística, no está indicada como yo pensaba. Mi mapa de navegador está obsoleto y tampoco me indica la correcta. Con todo esto, por momentos me pierdo y no encuentro ni el camino ni indicaciones a los cráteres.

Entre tanto, la arena se ha apoderado del día y mantener la moto vertical se convierte en mi única preocupación. Es una de las cosas que más me gustan de esta vida nómada, los días como hoy, en los que todo mi mundo se reduce a avanzar sin estamparme contra el suelo.

Así pasan las horas y los kilómetros hasta llegar a la salida de la Reserva, donde me espera otro peligro, uno con el que desde luego no contaba.

Nos vemos en el próximo capítulo.

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