Una relación de trabajo que comenzó hace apenas unos meses ha convertido a la actriz Victoria Bazúa y al publirrelacionista Emiliano López en amigos cercanos. A pesar de la diferencia de edades, los intereses compartidos, la confianza mutua y los objetivos profesionales han sido la base de un vínculo que trasciende lo laboral. Así lo demuestra esta conversación, en la que hablan sobre la representación de la comunidad trans en los medios, el activismo y la responsabilidad con las nuevas generaciones.
“Me gustaría ver historias trans con finales felices”: Victoria Bazúa

Emiliano López (E.L.): Victoria, me encantaría que compartieras un poco de tu historia. Me has contado que desde muy pequeña sabías quién eras y creo que es algo que puede inspirar a otros a aceptarse tal como son.
Victoria Bazúa (V.B.): Empecé mi transición a los 12 años, pero desde que tengo memoria supe quién era y qué quería hacer. Recuerdo que, a los 2 años, le dije a mi mamá: “Mamá, soy niña”. Obviamente fue difícil de procesar para mis papás, pero yo siempre tuve claro que mi misión era transicionar para cumplir mis sueños y tener una voz para aquellas personas que aún no tienen seguridad ni apoyo.
E.L.: ¿Cómo es hoy tu relación con tu familia?
V.B.: Al principio fue muy complicado. Vivíamos en México, yo era muy chica y no había tantos recursos ni información. Lo primero que hicieron mis papás fue llevarme a terapia. Pasaron años hasta que yo misma les dije: “Esto es lo que está pasando, y esto es lo que se tiene que hacer”. Por suerte, lo entendieron rápido y vieron que transicionar era lo que me haría feliz. Hoy tengo una red de apoyo increíble en mi familia, y estoy profundamente agradecida. Sin ellos, no podría estar haciendo lo que hago ahora.
E.L.: Iniciaste tu transición a los 12. ¿Qué ocurrió después?
V.B.: A los 14 dejé la escuela. Estaba en un lugar muy oscuro, caí en una depresión terrible. Ya no le veía sentido a nada. Estuve a punto de rendirme, pero recordé que tenía una misión. Ese mismo año comencé a trabajar como modelo y actriz. Poco después, me llegó el papel de Kate en la serie Land of Women.
... necesitamos personas trans escribiendo guiones y dirigiendo.
E.L.: ¿Cómo fue el proceso para conseguir ese papel?
V.B.: Hice un curso de modelaje y firmé con una agencia. A los tres meses me llegó un casting para una serie internacional. Era mi primera audición. Una semana después, el director y el productor vinieron a México a conocerme. Yo pensaba: “¿Qué está pasando?”. Ese fue el momento que cambió mi vida por completo
E.L.: ¿Qué opinas de la representación trans en los medios hoy?
V.B.: Ha mejorado, hay más papeles trans interpretados por personas trans, pero todavía persisten muchos estereotipos. A menudo, nuestras historias se centran en el sufrimiento, la oscuridad o la tragedia. Me gustaría ver más finales felices, historias que inspiren. Y no solo frente a la cámara: también necesitamos personas trans escribiendo guiones y dirigiendo. De niña, ver esas historias me habría hecho sentir menos sola.

E.L.: ¿Te consideras activista?
V.B.: No me gusta llamarme activista porque no siento que esté al nivel de muchas amigas que sí lo son. Pero creo que es importante hablar del tema. Hay personas que necesitan ver que tienen una voz, que no están solas. Aún hay mucha gente que intenta silenciarnos, y por eso es vital que más personas sigamos alzando la voz.
E.L.: ¿Qué mensaje te gustaría dejar a quienes hoy te ven como ejemplo?
V.B.: No importa cómo te vean los demás, importa cómo te ves tú. Si me lo hubieran dicho de niña, mi vida habría sido muy distinta. Mi identidad de género es solo una pequeña parte de quien soy. Soy mis opiniones, mis valores, mis gustos y mis pasiones. Y sí, si alguien me hubiera dicho de niña que mis ideas eran válidas y que lo que importa es lo que tú piensas de ti misma, eso me habría cambiado por completo.