A nadie le cabe duda: la muerte de Liam Payne, uno de los integrantes más queridos de la banda británica One Direction, provocó una ola de tristeza que se transformó en muestras de cariño en todo el mundo, no solo de sus amigos más cercanos, sino de las Directioners que crecieron con su música.
Justamente el fandom de One Direction es uno de los más apasionados de la actualidad. Todo lo que hacen sus integrantes es noticia y la esperanza de una posible reunión siempre estaba encendida.
Tras la muerte de Payne, en distintas ciudades del mundo se organizaron homenajes para el cantante, desde la CDMX cuando un gran número de fans se encontraron en el Monumento a la Revolución, hasta Nueva York y París.
Y sí, hay una razones psicológicas por las que una noticia como la muerte de una persona famosa afecta a sus fans y genera reacciones emocionales en masa.
Cuando llegaron a la escena internacional en 2010, One Direction se convirtió rápidamente en una de las bandas más importantes del mundo. La música, los integrantes de la banda y las personalidades de cada uno hicieron que millones de adolescentes los siguieran incondicionalmente a donde fueran.
Podríamos hablar incluso de que las reacciones que provocaron Liam Payne, Harry Styles, Zayn Malik, Louis Tomlinson y Niall Horan eran muy similares a las que, en su momento, generaban los Beatles. Y sin importar la fuerte crítica misógina al fandom, las Directioners nunca han parado de apoyar a su banda favorita.
Ahora bien, el contexto histórico del surgimiento 1-D importa: el internet era relativamente nuevo y las fans podían comunicarse por primera vez de forma fácil con otras personas de distintos países a través de las redes sociales (en ese momento Tumblr y Twitter eran las principales vías de comunicación). También obtenían más fácilmente la información sobre la vida personal de sus artistas favoritos, próximos conciertos y anuncios importantes sobre la banda.
Esto, explica en un artículo para Psychology Today , la psicóloga clínica de la Universidad Chester de Pennsylvania, Lynn Zubernis, fue creando un sentido de comunidad que formó amistades que han perdurado desde entonces.
La experta es muy clara: las fans from hell de One Direction eran adolescentes durante los años de actividad de la banda y ahora son adultas que crecieron junto con la banda y, como decíamos antes, formaron amistades y una comunidad fuerte que se mantiene incluso casi una década después de que el grupo se separó.
Justamente la comunidad que forma el fandom de 1-D (o cualquier otro artista o banda) es una de las razones más fuertes por las que la muerte afecta emocionalmente de una manera peculiar.
Para muchas fans, One Direction es parte importante de un período formativo del desarrollo. La nostalgia por las cosas que amamos en un momento crucial de la vida es una fuerza poderosa, incluido el anhelo por ese pasado.
Es decir: la adolescencia y juventud temprana es un período en el que las emociones desbordadas marcan a las personas, sea quien sea, si a eso sumamos el aspecto comunitario, las amistades que se forman y cómo se alentaba la creatividad unas de otras, con la sensación de felicidad y emoción que eso provocaba, tenemos un combo de emociones que dejan un recuerdo hondo por el resto de la vida.
“Si a eso le sumamos el poder de la nostalgia y el hecho de recordar momentos formativos de nuestras vidas, resulta fácil entender por qué la pérdida de Liam Payne se siente profundamente personal”, explica la psicóloga Lynn Zubernis.
Además, One Direction fue una de las primeras bandas que fueron sumamente activas en redes sociales y estaban expuestos constantemente al ojo público, lo que provocaba que sus fans se sintieran especialmente cercanas a ellos.
Esto forma una “relación parasocial”, detalla Zubernis, que mezclada con la importancia de la comunidad formada alrededor de la banda “hace que la pérdida de uno de sus integrantes sea particularmente impactante. El hecho de que Payne tuviera una vida complicada solo hace que el duelo sea más complejo”.
“Para muchas fans, One Direction es parte importante de un período formativo del desarrollo. La nostalgia por las cosas que amamos en un momento crucial de la vida es una fuerza poderosa, incluido el anhelo por ese pasado”.
Finalmente, la psicóloga estadounidense explica que es bueno dejarnos llevar por la nostalgia puesto que da una sensación de optimismo, ayuda al autoestima y evoca emociones positivas. Si estas emociones están relacionadas por la música, es especialmente poderoso puesto que escuchar canciones que nos transportan al pasado (en este caso específico, canciones de One Direction) estimula los centros de recompensa del cerebro.
La nostalgia que evoca la música es particularmente poderosa como amortiguador contra la tristeza. Escuchar una canción de One Direction puede transportarnos al pasado, estimulando los centros de recompensa del cerebro.
Así que no, la reacción de las Directioners por la muerte de Liam Payne y el luto por el que atraviesan en colectivo, no son ni exageradas ni extrañas.
