Hay muchas cosas que resultan perturbadoras del personaje titular. Quizá la más sobresaliente de todas sea el uso del valle inquietante, una teoría que afirma que las réplicas antropomórficas provocan rechazo cuando se acercan en demasía a la apariencia y el comportamiento humano. En el caso de M3GAN se relaciona con un aspecto que confunde entre lo real y lo sintético, y una mirada acusadora que parece vigilar en todo momento. Tampoco nos olvidemos de sus movimientos y sobre todo de su danza macabra que deambula entre lo mecanizado y lo demoníaco. Y por supuesto, el miedo que genera a las sociedades desarrolladas el pensar que una tecnología creada para servirnos puede salirse de control.
M3GAN ha sido un éxito desde sus primeros avances y no pasará mucho para que sepamos más de ella, ya sea en secuelas o crossovers. Pero no nos olvidemos que realidad y ficción siempre van de la mano, razón por la cual es imposible dejar de preguntarnos qué tan cerca estamos de que las muñecas dotadas de inteligencia artificial salgan al mercado.
Conoce a Sophia… y a Little Sophia
La tecnología contemporánea ha dado numerosos robots, pero pocos tan mediáticos como Sophia. Creado por Hanson Robotics, se trata de un ginoide –androide femenino– diseñado especialmente para la interacción humana.
Su programación incluye una inteligencia artificial simbólica que puede operar de manera autónoma o programada para dar respuestas preprogramadas. Esto en combinación con redes neuronales, sistemas expertos, procesamiento de lenguaje natural conversacional, control motor adaptativo, arquitectura cognitiva, y más. No menos interesante es su percepción de máquinas de última generación que le permite reconocer rostros humanos, identificar expresiones emocionales e identificar la gesticulación hecha con las manos, para así deducir las sensaciones dominantes de las personas y tratar de encontrar los mejores resultados durante las conversaciones.
En cuanto a la apariencia, es uno de los mejores ejemplos del valle inquietante. Sus diseñadores dicen haberse inspirado en el rostro de Audrey Hepburn, con la peculiaridad de que el color de su piel puede cambiarse desde fábrica para que encaje mejor en un mercado particular. Es un logro tecnológico, pero es difícil no sentir animadversión ante un ser que luce tan real y tan falso a la vez. Su aspecto es el de un humano, pero sus movimientos son sintéticos, y como toque final su cráneo transparente que nos permite ver todos sus circuitos.
Conscientes de que la mejor manera de erradicar prejuicios robóticos es familiarizar a los más pequeños, Hanson Robotics ha decidido trasladar los conceptos más importantes de Sophia a Little Sophia. Se trata de un ginoide de 30 cm. que ha sido concebido sobre las bases de la muñeca, pero que lejos de contar con vestidos o peinados a la vieja usanza, tiene un cuerpo metálico, carece de cabello, y a diferencia de la sobriedad que rige el rostro de la que ha sido descrita como su hermana mayor, tiene una expresión traviesa que la hace sumamente atractiva para los más pequeños. En su descripción se lee que contribuye al aprendizaje de ciencias, tecnología, ingeniaría, matemáticas y por supuesto, inteligencia artificial. Todo esto por sólo 249 dólares, una cantidad relativamente baja si consideramos que se trata de juguete más avanzado de la historia.
Y lo que muchos se preguntan: ¿cuándo estará disponible? El sitio de Hanson Robotics ha tenido a Little Sophia en preventa desde hace años e indica que las primeras órdenes estaban programadas para diciembre 2022. No se ha confirmado si éstas fueron enviadas o si el producto sufrió algún retraso como consecuencia de su sofisticación.