Hablar de adicciones siempre ha sido complejo. Cuando nos referimos a ellas, siempre pensamos en alcohol, cigarros y drogas, pero lo cierto es que las hay de todo tipo. A distintas comidas y bebidas, acciones como el ejercicio, el trabajo y el sexo, e incluso actividades de esparcimiento como la televisión y los videojuegos. Cada una presenta diferentes retos en su detección y erradicación, pero pocas se han tornado tan desafiantes como sería la adicción a las redes sociales.
En un mundo casi completamente conectado, no es de sorprender que el grueso de la gente tenga al menos una dentro de la larguísima lista de opciones existentes. Ya sea Facebook, Twitter, Instagram, TikTok, Linkedin, Pinterest o incluso MySpace, que se mantiene en activo. Casi todos hemos dedicado tiempo a ellas, lo que puede ir de unos minutos a la semana a varias horas al día. Quizá por esto sea tan complicado percatarse de cuando alguien se ha tornado adicto a ellas.
Por eso, la mejor manera de combatirla es entenderla y para ello, primero hay que entenderla.