Para nadie ha sido un secreto de como el aislamiento por el Covid-19 y la separación física que hemos enfrentado de nuestros seres queridos, o en el peor de los casos fallecimientos por esta enfermedad han perjudicado nuestra salud mental.
La Organización Mundial de la Salud señala que los casos de depresión y ansiedad se incrementaron un 25% durante el primer año del aislamiento sanitario que exigió la contingencia del coronavirus.
Ahora se ha comenzado a mencionar entre algunos expertos de la llamada "crisis de los 25". Aunque antes se hablaba de un periodo similar a los 40 años, ahora se presentan estos episodios en edades muy jóvenes, según reportó El Español entre especialistas de la salud mental en la nación europea.
"Estamos definiendo una etapa de la vida marcada por la toma de decisiones", apuntó Fernando Azor, especialista en salud mental. Terminar la preparatoria, seleccionar una opción de carrera universitaria, tener un trabajo, aspirar a un máster y... ¿Ahora qué? Estas circunstancias que no dan certeza para el individuo se traducen en "una carencia de objetivos en los jóvenes" de la llamada Generación Z, señaló José Pedro Espada, psicólogo infanto-juvenil y colaborador del Consejo General de la Psicología de España.
Aunque los especialistas basados en España tienen datos concretos del país en el que se muestra, según las últimas estadísticas un 36% de los jóvenes entre 15 y 29 años ha sido diagnosticado de alguna condición que afecta su salud mental, registró el Barómetro Juvenil, Salud y Bienestar 2021, publicado por las Fundaciones FAD Juventud y Mutua Madrileña.
En el caso de México las cifras no son muy positivas en este ámbito, para personas que tienen entre 15 y 24 años, según la primera ronda de VoCes-19 , una encuesta aplicada en línea en noviembre de 2020, 64% de adolescentes y 71% de jóvenes presentaron síntomas de depresión.
Esto se suma a un panorama económico adverso para los jóvenes mexicanos, en el que por lo menos 3.6 millones de jóvenes abandonaron sus estudios en 2020 para generar un ingreso o perdieron sus empleos en la formalidad .
Aunque en el caso de los especialistas en España las razones son variadas no se pueden centrar en una en particular. Espada y Azor apuntan a algunas variables que son factibles "porque ha habido más demanda o porque se ha normalizado el acudir a terapia". Por otra parte, Javier Ares, psicólogo especialista en ansiedad y depresión, "la infoxicación que generan las redes no ayuda".
Estos episodios y esta búsqueda de soluciones está en ciernes todavía, lo que los diferencia de otros grupos generacionales.
"Hemos ido perdiendo el estigma hacia la salud mental con las nuevas generaciones", comentó Azor. La iniciativa de atender temas de la salud mental provienen del joven y no de los padres, de forma que se ha vuelto un tema cotidiano, Espada señaló el caso de una joven paciente. "Nos ha dicho que todas sus amigas van al psicólogo y ella no".
Hemos ido perdiendo el estigma hacia la salud mental con las nuevas generaciones
Sin embargo, los tres especialistas consultados por El Español coinciden en que lo que más retrasa la atención de la salud mental es la falta de recursos y la falta de disponibilidad en la salud pública de estos servicios.
Ponerle un remedio a esta 'nueva' crisis de los 25 puede ser determinante para afrontar otros episodios similares a los que vengan en una edad más avanzada.
"Los problemas psicológicos no aparecen a los 40 años, normalmente se arrastran desde pequeños", apunta Espada.
Aunque el comportamiento humano es muy difícil de poderlo clasificar de una forma estricta en este grupo poblacional estudiado en España los problemas obedecen a los de su edad. Los que más se repiten en consulta son temas como "los problemas amorosos, la dificultad para encontrar una vocación y la falta de autoestima", señaló Ares. El último tiene relevancia sobre todo debido a que los jóvenes ahora manifiestan una clara “falta de objetivos”, añadió Espada.
Los problemas amorosos, la dificultad para encontrar una vocación y la falta de autoestima
La ayuda de un especialista siempre tiene un valor importante, sin embargo, es muy útil rodearnos de recursos emocionales y de personas que nos acompañen en momentos complejos como lo puede ser la depresión y ansiedad, la importancia de tener una red de apoyo emocional de familiares y amigos.
"Lo primero es pedir ayuda, no acudir directo a terapia", aclara Espada, "les recomendaría que no acudieran siempre a un especialista", añadió. Tanto Espada como Ares coinciden en "intentar apoyarse en conversaciones con familiares o amigos".
Lo primero es pedir ayuda, no acudir directo a terapia
Cuando se ha llegado al camino de utilizar medicamentos psiquiátricos es importante entender el uso que estos tienen y su aplicación. Se ha documentado que los psicofármacos se han convertido en una alternativa para prevenir el suicidio, pero estos tienen que ser consumidos con un acompañamiento psicológico adecuado, "estamos ante un problema emocional y no orgánico", indica Espada.
Azor también apunta el papel imprescindible que juega la terapia en este tratamiento: "Si tú no enseñas a la persona a cómo gestionar sus emociones, es complicado que no se cronifique y seguramente tenga que seguir medicalizado".
