"Encontramos asociaciones consistentes de abuso y negligencia y la presencia de modificaciones corporales. Los tatuajes y los piercings no solo eran más comunes entre los que informaron de cualquier tipo de adversidad en la infancia, sino que sus tasas de prevalencia también aumentaban con una mayor gravedad de todos los tipos de abuso y negligencia", detallan los autores del artículo y difundido por DW.
Los tatuajes y piercings son un medio para hacer frente a la adversidad anterior y ser una expresión de autonomía
Investigaciones previas acerca de personas con tatuajes y piercings han sido relacionadas estadísticamente con una autoestima más débil y una mayor dependencia de exponer su singularidad. Con todo esto no existe hasta ahora una investigación sobre la modificación corporal y el abuso infantil, tema que este texto pretende cubrir.
Estudio centrado en Alemania
Para los investigadores de este controvertido tema, quienes están a cargo de la psicóloga Mareike Ernst, del Departamento de Medicina Psicosomática y Psicoterapia del Centro Médico Universitario de Maguncia (Mainz), reclutaron a más de 1 mil participantes residentes de Alemania, en un rango de edad de los 14 y los 44 años. A las personas participantes realizaron un cuestionario para tener un perfil sociodemográfica, incluyendo si tenían tatuajes o piercings, además de declarar si habían enfrentado algún tipo de abuso o negligencia en la infancia, así como el impacto que tuvo este abuso o negligencia.
Para el 40% de los participantes reportó, como mínimo, un tatuaje o un piercing; entre los cuales, solo el 35% no tenía antecedentes de abuso o abandono infantil. Pero del 25% del total de los participantes, que declararon haber crecido con un abuso o abandono significativo, llega al 48% quien tenía un tatuaje o un piercing o ambos. Los datos recabados de los investigadores señalan que, cuanto más serio era el abuso o la negligencia a la que se enfrentaban, más tatuajes o piercings presentaban los participantes.
Restricciones del nuevo estudio
Tratándose de un estudio transversal que se basa exclusivamente en una muestra de población alemana, no podría establecerse una relación causal definitiva o única. Sumado a esto, el diseño del estudio partió de la autodeclaración, lo que complica lograr conclusiones definitivas. Sin embargo, los autores detallan que de esto se pueden lograr extraer algunas conclusiones.
"El presente estudio se suma a las investigaciones anteriores al confirmar las asociaciones positivas y similares de los tatuajes y los piercings con el abuso y la negligencia en la infancia dentro de una muestra de población representativa. Estas relaciones no solo se referían a los abusos físicos y sexuales, sino también a las experiencias tempranas de abandono y a las formas emocionales de trauma. Se siguieron observando en modelos estadísticos que controlaban los efectos de posibles factores de confusión sociodemográficos, como el sexo y la edad", señala el texto de los investigadores.
Podrían impulsar conversaciones terapéuticas sobre el significado de las experiencias pasadas y sobre temas importantes en la actualidad
"Por lo tanto, para un número considerable de individuos que adquieren modificaciones corporales, estas podrían representar un medio para hacer frente a adversidades anteriores y ser una expresión de autonomía. Estos hallazgos abren nuevas vías para las ofertas de apoyo (con la participación de los artistas del tatuaje y los piercings) y el filtrado (por ejemplo, en la atención primaria). Los tatuajes y los piercings también podrían impulsar conversaciones terapéuticas sobre el significado de las experiencias pasadas y sobre temas importantes en la actualidad", finalizan los académicos.