La definición de la palabra estándar carga con un enorme peso dada su capacidad para medir, calificar y valorar un objeto del mismo tipo de acuerdo con ciertos patrones; sin embargo, su significado aparece modificado cuando la utilizamos para medir, evaluar y cuantificar cuestiones referidas a los seres humanos.
No creo, por el contrario, que estandarizar sea algo negativo por sí mismo, incluso pienso que en ocasiones es necesario para la vida, pues nos obliga a abandonar nuestra zona de confort para alcanzar un objetivo superior. Todo se convierte entonces en una batalla entre lo que somos y lo que queremos ser. Es decir, cuando entramos en crisis solo existen dos opciones: o nos hundimos, o crecemos y seguimos adelante.
Claro que es válido inspirarse en alguien, pero nunca con el afán de comparación, ya que para que eso suceda, debemos antes vivir exactamente las mismas situaciones que esa otra persona. Ni siquiera es posible comparar nuestro yo de hace tres años con nuestro yo de hoy, de eso estoy seguro. No solo cambiamos nosotros, sino que también lo hace el entorno, provocando que un único factor sirva como valor diferenciable de circunstancias concretas.