Inmersión multiversal
Ilimitado, expansivo, infinito son sólo algunos de los adjetivos con los que la ciencia moderna ha descrito al universo a través del tiempo. Si bien los estudios de Hawking y Hertog no desechan estas nociones de inmensidad desde la existencia humana, sus descubrimientos sí que incluyen fronteras. Así lo dijo el primero al revelar que “predecimos que nuestro universo, en las escalas más grandes, es razonablemente uniforme y globalmente finito”.
Esto hace que los multiversos sean una posibilidad real, porque cada uno radicaría en su propio espacio, o como algunos prefieren llamarle, burbuja. Hay quienes piensan que el número de espacios, y por consiguiente de universos es finito, y que va de los tres a los siete. Otros, sin embargo, piensan que se extiende hasta el infinito. Más curiosas son las especulaciones sobre cómo es cada uno de ellos.
El multiverso es un concepto del cual sabemos tremendamente poco
La teoría Hartle-Hawking abría la puerta a todo tipo de universos. Algunos con planetas habitados por sociedades como la nuestra, otros carentes de cualquier tipo de cuerpo celeste y cada uno de ellos regido por sus propias leyes físicas. La Hawking-Hertog recurre a la teoría de cuerdas para desechar esto último y asegurar que todos los universos se rigen de un modo similar. “Las leyes de la física que probamos en nuestros laboratorios no existieron para siempre”, explica Hertog . “Se cristalizaron después del Big Bang cuando el universo se expandió y se enfrió. El tipo de leyes que emergen depende mucho de las condiciones físicas en el Big Bang”.
Aunque claro, también hay teorías alternas como la de Max Tegmark quien, apoyado por investigaciones previas, especula sobre cuatro posibles multiversos. La primera alternativa es un espacio tan infinito que no puede existir sin repetirse a sí mismo, lo que implicaría la existencia de auténticos doppelgängers en algún punto del cosmos. La segunda es similar, pero con variantes en las leyes físicas. No en todos y cada uno de los universos, sino sólo en algunos cuantos, como si de “bolsas de gas en una hogaza de pan creciente” se tratara.
La tercera posibilidad sugiere ramificaciones que surgen en torno a los individuos dependiendo de las distintas decisiones que toman en la vida. Una idea popular en la ficción, pero que no cuenta con ninguna base científica sólida hasta ahora. La última y más desafiante de todas es la existencia de mundos paralelos fuera de nuestro espacio tiempo, con variantes tan marcadas en sus leyes físicas que incluso debían ser pensados de manera geométrica o abstracta.
“El multiverso es un concepto del cual sabemos tremendamente poco”, concluía Doctor Strange en Spider-Man: Sin camino a casa. Pero con el tema en boga, es un hecho que las investigaciones continuarán y que resultados más concluyentes no tardarán en llegar. Mientras esto sucede sólo nos queda soñar, apoyándonos en franquicias como Marvel y DC que nos invitan a expandir la imaginación en torno a los posibles mundos alternos que existen allá afuera.