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Confrontar o quedarse callado: ¿qué hacer cuando alguien no trae cubrebocas?

Aunque para la mayoría el uso de cubrebocas ya es un hábito, aún hay personas que se niegan a usarlo. ¿Qué se hace en estos casos?
jue 19 noviembre 2020 06:00 AM

A estas alturas de la crisis higiénica que vivimos, el uso de cubrebocas ya es algo que tenemos dominado… o al menos eso es lo que cualquiera pensaría. Sin embargo, sigue siendo común encontrarse en el día a día con personas que salen sin la menor precaución visible. Es claro que este escenario pandémico aún está lejos de desaparecer, entonces, sigue siendo sorprendente que haya gente que no tome las precauciones recomendadas, y la ansiedad que esto provoca es más que comprensible. Pero, ¿qué se hace en estos casos? ¿Qué haces cuando estás en la fila, digamos, del banco, con cubrebocas, y la persona que está frente a ti viene desprotegida? ¿Le reclamas, te cambias de lugar, o aguantas la ansiedad?

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Según la doctora Anna Van Meter, profesora asistente del Instituto de Ciencia del Comportamiento del y de Donald an Barbara Zucker School of Medicine, en Nueva York, la situación es complicada. Si estás cumpliendo con todas las recomendaciones de salud pública, puede sentirse amenazador que otras personas no lo hagan: “Podríamos decir que hay dos tipos de emociones negativas que pueden pasar en esas situaciones, y creo que el sentimiento alrededor de ese tipo de amenaza puede estresar a la gente. Puede que esa reacción de ‘lucha o huída’ se haga más latente”. Esto lo hemos visto ya infinidad de veces en las noticias: confrontaciones físicas, peleas –e incluso amenazas de muerte–, por culpa de la falta de cubrebocas.

En lugares públicos

“En situaciones públicas, probablemente no sea muy productivo tratar de cambiar el comportamiento de la gente en cuanto al uso del cubrebocas”, dijo Van Meter. Para ella, lo mejor, a corto plazo, es cambiar de lugar. Sin embargo, hay una forma de abordar la situación sin entrar en conflictos: llegar con la persona en cuestión y decirle, amablemente, que no está cubierta correctamente y que eso representa un riesgo para su salud.

Con conocidos

Aquí, lo más efectivo es tratar de abordarlo desde la relación con la persona, e impactar su comportamiento a través de eso. Otro punto importante es no asumir que la persona es ignorante, sino tratar de entender su comportamiento. Hay muchas razones por las que la gente se abstiene de usar cubrebocas: comodidad, vulnerabilidad (hasta que no se haga un hábito, usar cubrebocas te obliga a enfrentarte a tu vulnerabilidad como ser humano, y eso puede ser aterrador), o bien, un factor cultural (usar cubrebocas, para algunas personas, tiene connotaciones políticas, entonces, consciente o inconscientemente, puede significar una visión del mundo).

Lo ideal sería preguntarle, por curiosidad, cuál es su razón. Así, el tema se convierte en una conversación y no una confrontación. Y en esa plática, es importante mencionar el bien social, haciendo énfasis en que es una manera de proteger a la gente vulnerable.

El futuro

Tanto Van Meter como otros especialistas concuerdan en que, además de las estrategias de salud pública, se requiere del apoyo de celebridades, políticos, deportistas y otras figuras públicas, que, al ellos usar cubrebocas en público, pueden lograr que se convierta en algo “cool”. Sin embargo, también hay una consideración funcional. Es necesario llegar a la creación de mascarillas más cómodas para que no afecten, por ejemplo, a las personas que usan lentes. Bajo esta misma línea, el desarrollo de cubrebocas más estéticos también podría ser útil.

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