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10 mandamientos para hacer home office sin fracasar en el intento

Todo lo que tienes que saber para que trabajar en casa sea una tarea fácil.
jue 19 marzo 2020 06:33 PM
Cómo hacer home office sin fracasar en el intento

Existe una realidad para todos los que trabajamos en oficina: más de una vez habíamos soñado con hacer home office. Sin embargo, ahora que esto es una realidad, nos hemos encontrado en una infinidad de situaciones –jornadas laborales interminables, momentos vergonzosos en videoconferencias y ritmos de trabajo interrumpidos por familia y mascotas– que nos han hecho pensar: hay sueños que no son tan fáciles en el mundo real. Sin embargo, hemos llegado a un decálogo que hará la transición más fácil.

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Empezarás el día bajo tus propios términos

Levántate lo suficientemente temprano para hacer todo lo necesario para entrar en un mood de concentración. Ahora más que nunca es importante que crees una rutina diaria que te permita cubrir todas tus necesidades antes de empezar el día laboral: báñate, medita, desayuna con calma; aprovecha que no te tienes que trasladar y dale un buen uso a ese tiempo. Hagas lo que hagas, no te levantes directo a contestar correos. Eso sólo provocará que llegues a un punto de burnout.

No dejarás que la pijama y la cama se apoderen de ti

Es muy tentador trabajar desde la cama. Es aún más tentador pasar la vida entera el día entero en pijama. Sin embargo, eso te pondrá más en mood de ver tele que de ser el rey de la productividad. ¿Nunca irías a la oficina en pantuflas y tus pants más feos y cómodos, cierto? Tu casa es tu oficina ahora: trátala como tal (en horario de trabajo, claro). En cuanto a tu lugar de trabajo, la cama y el sillón son un "no" rotundo. Busca un lugar –de preferencia con puerta– en el que tengas una silla para sentarte derecho y espacio para tener todo tu equipo de trabajo cómodamente.

Organizarás tus prioridades

Es fácil distraerse con el refri, la tele, el teléfono, la esposa, los hijos y la vida. También lo es jugar al superhéroe godínez y pretender resolver el mundo en ocho horas. Para evitar estos dos escenarios, haz una lista REALISTA de todo lo que necesitas lograr en el día. Así será más fácil retomar el hilo si te distraes y a la vez tendrás claro cuándo debes terminar de trabajar.

Rechazarás toda distracción

Es el mejor momento de ejercitar tu fuerza de voluntad. Escoge un horario de trabajo y no dejes que nada ni nadie te interrumpa durante ese tiempo. Enciérrate en tu espacio designado y no salgas hasta que termines con tus pendientes del día. Si es necesario, baja apps como Freedom , que te permite bloquear temporalmente cualquier página de internet (incluso en el celular) que consideres un distractor.

Ojo: Trabajar con la tele prendida aunque "ni le estés haciendo caso", cuenta como distracción.

No comerás frente a la computadora

El trabajo desde casa, sobre todo cuando se es nuevo en eso, es un universo extraño en el que la línea entre la vida personal y la laboral se vuelve muy borrosa. Evita entrar en modalidad "mártir del trabajo": si es hora de comer, detén todo lo demás y date tiempo para nutrirte y descansar en forma. La hora de comer es un descanso indispensable para tu funcionamiento diario, y ahora que estás en casa, tienes la oportunidad de darle la importancia que merece.
Establece un horario fijo para cada cosa. Asegúrate de tener horas productivas (este no es momento para holgazanear), pero también aprende a no dedicarle tu vida al trabajo. En tiempos de crisis, se necesitan momentos de relajación.

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No entorpecerás las videollamadas

A más de uno le ha pasado: estás en una videoconferencia y llega tu perro rogando que lo acaricies, tus hijos con disfraces capaces de distraer a cualquiera, o peor: no contabas con que algún reflejo en tu casa delata que elegiste el outfit por excelencia para home office: traje de la cintura para arriba, y boxers de la cintura para abajo. Suena muy ñoño –y lo es–, pero si no dominas el arte del videocall, vale la pena que hagas un ensayo: háblale a un amigo y fíjense: ¿qué tan bien llega el internet en el cuarto en el que estás? ¿se ve alguna cosa que no quieras compartir con el mundo? ¿hay algún objeto tan llamativo que sea un distractor? ¿qué tan posible es que te interrumpan? Haz de este mundo un lugar mejor al hacer todo lo posible para no tener interrupciones y agilizar estas juntas.

Tip: si hay muchos gritos y ruidos innecesarios en tu casa, recuerda que siempre es válido poner tu micrófono en mute (mientras no estés hablando, obviamente).

Comunicarás tus actividades

Esto lo tienes que hacer de dos maneras. La primera: asegúrate de que todos en tu casa sepan que de tal a tal hora, o mientras estés con la comoputadora en tal lugar, no estás disponible para nada ni nadie. Para algunas personas será raro verte en casa, y lo relacionarán con vacaciones y tiempo libre. Recuérdales, amablemente, que no es el caso. La segunda: mantén informado a tu equipo sobre lo que estés haciendo. Recuerda que nadie está viendo si trabajas o no, y si no das señales de vida puede ser sospechoso.

Mantendrás tu cuerpo activo

Con los gimnasios cerrados y el home office, mucha gente entrará en un estado de sedentarismo inusual. Si es tu caso, sé disciplinado y date un momento para mover el cuerpo. Sube y baja las escaleras hasta que te canses, baila, busca videos de rutinas en YouTube, baja alguna app de rutinas de siete minutos... haz lo que sea, pero no te conviertas en una extensión de tu sillón.

Levantarás la mano cuando se necesite

Este es un momento de confusión en el que todos estamos aprendiendo a trabajar de una manera distinta. Sé solidario y ofrécete a ayudar a tus compañeros cuando sea necesario. Además, es un gran momento para mostrar tu iniciativa y compromiso en lo que haces.

Resistirás la tentación de los maratones de Netflix

Qué bonito es trabajar desde casa, pues como no me tengo que mover, significa que puedo pasar la noche viendo una serie de principio a fin. No, señor. Recuerda que, aunque no te tengas que mover, sí tienes que despertar temprano y dar lo mejor de ti. No caigas en la trampa: NO ESTAMOS DE VACACIONES.

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