En An Ordinary Man, la biografía política del expresidente de Estados Unidos Gerald R. Ford, Richard Norton Smith revela que el líder visitó Vail por primera vez en el invierno de 1967. “Las aceras de madera delimitaban las calles sin asfaltar cuando, a finales de 1967, Gerald Ford visitó por primera vez ese pueblo de imitación bávara, con sus casas de entramado de madera y su torre del reloj de yeso blanco, donde los conejos y los esquiadores se cruzaban con los residentes a tiempo parcial Henry Fonda, Lowell Thomas y Leonard Bernstein”.
Grand Hyatt y The Sebastian: descanso, fine dining y alta coctelería en Vail
Vail, Colorado, significa esquí, senderismo y paisajes impactantes, pero cada vez es más que eso y para muestra la oferta gastronómica y experiencial de estos dos grandes hoteles de lujo.
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Para 1974, la presencia de Ford ya había transformado a Vail, Colorado, en el destino vacacional de primer nivel que ostenta hoy, con una oferta hospitalaria y gastronómica en continua búsqueda de la excelencia representada a la perfección en dos hoteles icónicos de la localidad: The Sebastian y The Grand Hyatt Vail.
The Sebastian
En pleno centro de Vail, con acceso a una de las arterias principales del pueblo, The Sebastian representa el epítome de unas vacaciones en Colorado. Su arquitectura de montaña, con la piedra y la madera como principales materiales, se eleva a la máxima expresión en su lobby, en el que una gigantesca chimenea invita al huésped a hundirse en la comodidad de sus sofás de cuero gastado mientras disfruta de una copa de vino o devora una novela en uno de sus salones, en los que el arte moderno siempre es protagonista.
Todas las habitaciones cuentan con una sala de estar separada e incluyen sábanas de hilo egipcio y todas las amenidades que uno pueda necesitar, además de privilegiadas vistas al centro del pueblo y a las pistas de esquí, de las que apenas distan unos metros.
En cuanto al spa, cuenta con una carta inspirada en la tradición de Colorado, además de alberca climatizada y diferentes tipos de masajes que conviven con una oferta gastronómica liderada por el restaurante Leonora, que ofrece una carta en la que las Montañas Rocosas ejercen como protagonistas. ¿Los imperdibles? La boloñesa de alce y bisonte, el osobuco, las paletas de cordero a la parrilla y una botella de pinot noir de Oregon.
The Gambit, uno de los mejores bares de Vail, con un interesante cartel de música en directo, también cuenta con una atractiva oferta gastronómica dirigida por el chef Kevin Erving, ideólogo de su impresionante truffled grilled cheese sándwich, pero también de su french dip con provolone o su espectacular hamburguesa de wagyu smasheada, platillos que pueden acompañarse con un old fashioned con cerezas ahumadas o un pumpkin spice mai tai, el final perfecto tras un día en las cumbres.
The Grand Hyatt Vail
No demasiado lejos, también ubicado en un lugar estratégico —entre el cauce del río Gore Creek y la carretera que cruza el estado de este a oeste— y con acceso privado a las pistas a través del telesilla 20, el Grand Hyatt se erige como el compendio perfecto del lujo enfocado al pragmatismo, con espaciosas habitaciones con vistas al bosque o las montañas destinadas a mejorar la experiencia del huésped en cualquier temporada del año. Sin embargo, son el spa, su alberca infinita climatizada y las bañeras de hidromasaje suspendidas sobre el río las que marcan la diferencia de una oferta en la que, además del alquiler de esquís, tablas de snowboard y bicicletas, también se incluyen salidas guiadas para practicar pesca de mosca, excursiones en todoterreno, rafting en aguas rápidas, trineo de perros y suites TopGolf.
La oferta culinaria de The Grand Hyatt Vail también brilla esplendorosa, con el restaurante Makoto como gran joya de la corona. La primera apertura en Colorado de Makoto Okuwa, maestro del sushi al estilo Edomae, combina la gastronomía tradicional japonesa con la capacidad de innovación que siempre ha caracterizado la carrera de un chef que cuenta con restaurantes en Miami, Washington D.C., Panamá, Sao Paulo y Ciudad de México. Una carta en la que destacan el tartar de toro, el hamachi ponzu, las ostras fire and ice, los noodles yaki con carne braseada, los cortes de Wagyu y el erizo en cualquiera de las presentaciones que uno desee, además de una amplia carta que incluye una amplia variedad de sakes y vinos estadounidenses y europeos y una coctelería de autor de la que nos puede dejar pasar el Nagoya Negroni, elaborado con ginebra infusionada con té genmaicha.
Los ingredientes locales también tienen cabida en The Grand Hyatt, como los que se elaboran en el Gessner Colorado Mountain Grill, un restaurante de altura donde el chili de bisonte, el corn chowder y el salmón Kvaroy protagonizan su carta.
Y es que una visita a Vail es, cada vez más, mucho más que esquí, senderismo y deporte de alta montaña.
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