Durante los ocho primeros días de apertura, los visitantes pueden llegar únicamente hasta el segundo piso -de los tres- del monumento, a condición de subir a pie los 674 escalones.
Los ascensores que llevan hasta la segunda planta volverán a estar disponibles el 1 de julio y, en función de la situación sanitaria, se permitirá también el acceso hasta el último piso a lo largo del verano.
El uso de cubrebocas es obligatorio a partir de los 11 años y hay un número de visitantes limitado tanto en su explanada como en sus plantas, donde se han colocado además señales de color azul en el suelo para invitar a respetar la distancia de seguridad.
Los turistas hacen fila para los controles de seguridad en la entrada, donde se instalaron dispensadores de gel de manos antes de subir los 674 escalones hasta el segundo piso de la torre.
"¡Es perfecto! ¡Es una visita VIP!", dice con una sonrisa Vanessa Vila, sorprendida por la poca afluencia, inusual en esta época del año.