El mundo de la gastronomía poco a poco se incorpora a la "nueva normaliad". Uno de los primeros en hacerlo es Enrique Olvera, quien hoy abre las puertas de La Ventana del Ticuchi, un espacio diruno en Ticuchi, el restaurante que Olvera abrió a inicios de este año, en el mismo lugar que vio nacer a Pujol: Petrarca 254, en Polanco.
La Ventana del Ticuchi: la cueva de antojitos de Enrique Olvera
La Ventana del Ticuchi es el concepto más complaciente de Grupo Olvera hasta la fecha, pues se centra en antojos ideales para consentirse, pero con el inconfundible toque Olvera, caracterizado por un amor y respeto enormes por la materia prima. Así, en el menú podemos encontrar platillos como pozole de hongos, tamales de esquites, donas de tepache, frijoles de olla, mole negro con plátano macho y queso de cabra, entre otros, casi todos con una rotación diaria.
Aquí, la idea es llegar y sentarse en la barra que hay en la fachada, comer de pie, o bien, pedir para llevar. Fiel a la esencia de Ticuchi, la Ventana ofrece, además de comida, una selección de mezcales artesanales, sólo disponibles para llevar y para comprar por botella. La oferta líquida se complementa con tés, aguas frescas y café.
Para visitar
Dirección: Petrarca 254, Polanco
Horario: lunes a domingo, de 13:00 a 21:00.